Xabi Alonso aumenta su crédito con Florentino en el Real Madrid

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Xabi Alonso se reivindica. El técnico tolosarra se ha llevado su primer Clásico como entrenador del Real Madrid. Por fin gana «un partido grande». Algo que le estaba fallando hasta ahora. Porque desde que llegó a los banquillos del Santiago Bernabéu, el donostiarra concedió dos derrotas muy duras: contra el Paris Saint-Germain (4-0) en el Mundial de Clubes y en el Derbi madrileño contra el Atleti (5-2). Dos debacles que, a pesar de ser las únicas hasta ahora, pusieron en duda «su fiabilidad» en los momentos decisivos. Pero contra el Barça, Xabi dio un golpe encima de la mesa.

Xabi Alonso y su planteamiento extraño

Empezando por un planteamiento extraño, o que había salido mal en el pasado. Salió con cuatro centrocampistas y lanzó de titular a Camavinga por segunda vez esta temporada. En el Derbi, el tolosarra ya había salido con un medio de cuatro. Y no le salió para nada bien. Sobre todo porque Arda Güler y Jude Bellingham se pisaban en el césped.

Pero contra el Barcelona, Xabi Alonso se salió con la suya. Ha sabido reinventarse y adaptarse a las distintas situaciones del partido. Podía jugar con línea de cinco atrás e incluso alternó varias posiciones. Camavinga y Jude Bellingham se iban compartiendo el interior derecho, dependiendo de lo que requería el encuentro. Su medio del campo fue la clave, porque todos se adaptaron a varias posiciones (más ofensivas o defensivas). Él lo sabía muy bien, y lo explicó en rueda de prensa: «Hemos jugado con los cuatro. Tienen flexibilidad para jugar en varias posiciones. Los cuatro del medio han hecho gran partido«.

Faltó conservar la pelota al final

Aunque hay que reconocer que se la jugó un poco. Pecó de conservador al final del encuentro. En la segunda parte, el Barcelona tomó el control del balón. Aunque aún mostraban falta de madurez en su juego, se adueñaron de la posesión y movieron la pelota con autoridad. De hecho, en los instantes finales, Koundé estuvo cerca de silenciar el Santiago Bernabéu, pero su control con el pecho se le escapó por muy poco.

El cuadro culé terminó con un 68% de posesión y una clara superioridad en pases completados (640 frente a 275). Sin embargo, los blancos dominaron en volumen de ocasiones: lanzaron 23 veces y hasta en diez ocasiones probaron al portero rival. En la primera mitad, dominaron los debates. Pero en la segunda, ese empuje se apagó: solo dos disparos a puerta –tres si se cuenta el penalti de Mbappé– y demasiadas concesiones en la posesión permitieron al Barça crecer. Pese a neutralizar a Lamine Yamal durante casi todo el partido, el Real Madrid sufrió en los últimos compases.

Xabi Alonso se gana la confianza de Florentino

Xabi Alonso se gana la confianza de Florentino Pérez. Ya la tenía, pero ahora ganó galones. En Valdebebas, todos están contentos con su trabajo. El tolosarra revolucionó los métodos y su labor está siendo muy halagada por la directiva merengue. Eso sí, las únicas «dudas» que existían se basaban en el planteamiento en los partidos importantes. Contra el PSG y el Atlético de Madrid, el técnico blanco no dio con la tecla. El Clásico era su prueba de fuego para barrer esas incertidumbres. 

Y cumplió con creces. Ahora, nadie duda de su fiabilidad y cualquier decisión suya será respaldada. Ya se está viendo con el «caso Vinicius». Aunque nadie realmente entendió el cambio del brasileño contra el Barça, sus elecciones siempre serán apoyadas por el club, por muy extrañas que puedan parecer en el momento. En Chamartín saben que el proyecto es nuevo, pero piden resultados. Es lo malo del Real Madrid: ganar siempre es la única exigencia. Este curso, el vasco suma 12 victorias en 13 partidos. Xabi se afianza y sigue creciendo.

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