Newey ve en Aston Martin el reflejo del viejo Red Bull que tuvo que reconstruir

Adrian Newey trabaja para reconstruir su método ganador en Aston Martin. Un proceso que él mismo compara con sus primeros años en Red Bull.

Últimas noticias

Adrian Newey ya está poniendo en marcha su método en Aston Martin con una misión clara: rescatar a Alonso de una dinámica que el propio ingeniero calificó de «pereza y falta de confianza«.

Adrian Newey revoluciona la forma de trabajar en Aston Martin

Newey, considerado uno de los cerebros más brillantes en la historia de la Fórmula 1, recogió un reto complicado en el nuevo hogar de Silverstone, la nueva fábrica de Aston Martin: reactivar una escudería que ha quedado por detrás y devolverle la fiabilidad que Alonso necesita para pelear en lo más alto.

Y mientras trabaja en ese objetivo, el gurú de la Fórmula 1 ha sido directo en una charla con James Allen. El británico detectó una pérdida de ritmo, motivación y convencimiento que, según él, estaba lastrando al equipo en su conjunto.

Y es que, en su primera etapa con Aston Martin, Newey no se conforma con retoques superficiales. Quiere entenderlo todo y mejorarlo todo. Ha puesto el foco en el simulador, el cual considera poco precisos y, en ocasiones, «a ciegas», así como también en la estructura interna del equipo, donde cree que todavía falta coordinación y detalle.

El reglamento de 2026 puede producir una pequeña ‘ruptura’ entre los equipos, como en 2009: «La última vez fue Brawn GP el que avanzó»

Newey fue consultado sobre si ha notado progresos desde su llegada a Aston Martin el pasado mes de marzo, especialmente en áreas clave como la unidad de potencia, con la incorporación del motor Honda, y el apartado aerodinámico. «Llegué en marzo, y es complicado hacer una valoración precisa”, explicó. «Con el gran cambio que traerá el nuevo reglamento, todos los equipos están viviendo una especie de reinicio«.

«Es probable que los principales equipos de este año sean también los principales del próximo. Pero, de vez en cuando, hay una pequeña ruptura. Esto ocurrió la última vez que hubo un gran cambio en el reglamento, en 2009, cuando Ferrari y McLaren tropezaron y Brawn GP y Red Bull avanzaron. Entonces esto sucede, pero en general los mismos equipos tienden a seguir en la cima».

Alonso lo ha visto de cerca. Saber que hay un ingeniero con el peso y la trayectoria de Newey detrás de tu monoplaza infunde otra confianza. Y para el piloto asturiano, a sus 43 años, ese respaldo no es un lujo. Sino más bien una exigencia del piloto para mantenerse competitivo.

Newey siente en Aston Martin el mismo ‘déjà vu’ que en los inicios de Red Bull: «Cuando llegué, era lo que quedaba de Jaguar…»

En ese momento de la charla en el pódcast de James Allen, Newey habló abiertamente de las debilidades que todavía arrastra Aston Martin, aunque poco a poco comienzan a corregirse gracias a su forma de trabajar. Un proceso que, a largo plazo, podría evitar que Alonso vuelva a sufrir otra temporada complicada como la de este año.

«Sobre esta cuestión de cómo van las cosas también hay un aspecto cultural. En Red Bull, cuando empecé, era lo que quedaba de Jaguar, que estuvo bajo la dirección de Ford durante muchos años y nunca tuvo un éxito significativo, por lo que la gente empezó a perder la fe en que pudieran ganar una carrera», afirmó, comparando Aston Martin con un caso como e de las bebidas energéticas y del que luego convirtió en una de las escuderías más dominantes en la historia de la Fórmula 1 (ocho Mundiales de pilotos y 6 de Constructores).

«Cuando dejamos de creer que somos capaces de hacerlo, todo empieza a salir mal porque surge la complacencia entra la pereza y la falta de confianza en uno mismo empieza a infiltrarse. Y si no tenemos cuidado también puede surgir una cultura de culpar a los demás. Así que eso fue algo bastante difícil de cambiar en Red Bull. No voy a decir mucho, pero hay un cierto déjà vu en este momento«, zanjó. Y lo hizo con una posible comparación sobre lo que vivió en sus tiempos de Red Bull con la solución a los problemas que puede haber en Aston Martin.

Alonso y Newey, a la cabeza del proyecto ganador de Aston Martin

Y para conseguirlo, Newey tiene claro cuál es una de las claves fundamentales. El ingeniero británico es el vértice sobre el que se construye el proyecto, y está pendiente de todo. Con su información y conocimiento, el ‘domador del viento’ enfatiza en la importancia de la comunicación entre los departamentos del equipo.

Cuando los equipos se vuelven más grandes, la comunicación se convierte en un desafío cada vez mayor. Cualquier equipo de Fórmula 1 es similar en el sentido de que cuenta con tres departamentos: aerodinámica, diseño mecánico y dinámica del vehículo, que suele incluir el trabajo de simulación. Lograr que los tres departamentos trabajen juntos es absolutamente clave«, expresó en el podcast de ‘James Allen.

Con Newey y Fernando Alonso a la cabeza del proyecto ganador de Aston Martin, el equipo verde necesita evolucionar rápido, y con él, sus prestaciones. Más aún cuando la renovación técnica que llegará en 2026 obliga a no perder tiempo. Y ahí es donde Newey entra en escena con su propuesta: reorganizar, redefinir, elevar la ambición.

Newey insinuó en el podcast de James Allen: «Todavía estoy aprendiendo. Solo llegué en marzo». El tiempo apremiaba, y Newey cortocircuitó 2025 para centrarse en 2026. Su participación en algunas reuniones sobre el coche y la temporada 2025 no fue para influir, sino para conocer: conocer el método de trabajo, el valor de los hombres, si están en el lugar óptimo y rendirían más en otra ubicación. Sabe que el equipo humano y la confianza son la base imprescindible.

La importancia de ‘armonizar’ todos los departamentos es clave para el éxito de Aston Martin

Por eso, el británico subraya que el gran reto no está solo en diseñar piezas más eficientes o rápidas, sino en conseguir que todo el conjunto funcione de forma armónica. Cada área, desde la aerodinámica hasta la ingeniería estructural, debe avanzar en la misma dirección para ser lo más competitivo posible. El coche debe funcionar como un todo«, dice Newey.

«Debe ser un producto integral. No sirve de nada tener un monoplaza que sea aerodinámicamente muy, muy bueno si, por ejemplo, la estructura no es lo suficientemente rígida como para soportar esa carga aerodinámica».

Convertir ese plan en resultados visibles en pista es el siguiente paso. Para Newey, no basta con levantar la motivación: hay que traducirla en velocidad, fiabilidad y consistencia. Alonso, consciente de ello, ya ha movido ficha: «Hacer un coche ganador» ya no es solo un objetivo. Es una obligación.

Artículos relacionados