Lando Norris ha ejercido de maestro de ceremonias en Las Vegas. Y no por otra razón que porque ha conseguido este sábado una pole impredecible. Lo hizo acompañado de la lluvia, que volvió a retorcer la lógica de la Fórmula 1 en Las Vegas y convirtió la clasificación en un ejercicio de supervivencia.
Alonso y Carlos Sainz llegan a la Q3 en Las Vegas en una clasificación de superviviencia
Un asfalto imprevisible, charcos traicioneros y banderas amarillas prácticamente cada vuelta dibujaron un escenario caótico que dinamitó las expectativas y abrió un abanico impensable de candidatos a la pole. En medio de ese desorden, Fernando Alonso y Carlos Sainz lograron abrirse paso hasta la Q3, en una de las sesiones más extrañas de la temporada.
El GP de Las Vegas amaneció empapado y no dejó de descargar durante toda la tarde. El radar avisaba de un 100% de probabilidad de lluvia y no falló. Los pilotos saltaron a pista con neumáticos de lluvia extrema en un Strip irreconocible, más cercano a un circuito urbano europeo en pleno diluvio que a la pista de luces y casinos del desierto de Nevada.
La Q1 fue una ruleta rusa. Salidas de pista constantes, frenadas al límite y un ritmo que cambiaba vuelta a vuelta. Alonso fue de los primeros en adaptarse y llegó a liderar la tabla con un 1:57.6, mientras Sainz sufría en los primeros compases atrapado en una zona de eliminación repleta de nombres ilustres: Hamilton, Leclerc, Piastri y el propio madrileño.
Con la pista mejorando por segundos, todo se decidió en los últimos intentos. Sainz clavó una vuelta decisiva y salió del abismo; Alonso mantuvo el tipo con solvencia. Otros no tuvieron la misma suerte: Lewis Hamilton quedó atrapado en el fondo de la parrilla, junto a un Kimi Antonelli desbordado, y un Alex Albon accidentado, aunque capaz de llevar el coche a boxes sin bandera roja.
It’s slippery out there in Q1! 😬
Here’s a moment for Max Verstappen locking up into the run-off area 👇#F1 #LasVegasGP pic.twitter.com/gWsbUSIYbR
— Formula 1 (@F1) November 22, 2025
La Q2 mantuvo el tono incierto. Lando Norris marcó las primeras referencias, Russell apostó por neumático usado y Lance Stroll fue el único valiente que se atrevió a montar los intermedios en una pista aún demasiado verde. En medio del caos, Max Verstappen parecía recuperar el control con un 1:52.6, pero la pista cambiaba tan rápido que cada minuto reordenaba la clasificación.
Sainz dio un golpe sobre la mesa. Primero se metió entre Verstappen y los Aston Martin; luego, cuando el asfalto estaba en su punto perfecto, firmó un 1:51.521, uno de los mejores cronos de la tarde, suficiente para asegurarse con autoridad el pase a la Q3. Alonso también respondió. Mejoró sectores, corrigió un error en su segundo parcial y escaló hasta un sólido 1:51.8 que le colocó en la parte alta. Solo al final, una vuelta atrapada en tráfico y un pequeño fallo le dejaron noveno, pero con el billete garantizado.
La eliminación dejó un parte de bajas notable: Hülkenberg, Stroll, Ocon, Bearman y Colapinto. Russell, Norris, Verstappen y Piastri comandaban la tabla. Y en una clasificación de condiciones cambiantes, Lawson incluso llegó a ocupar la primera posición durante unos segundos que nadie esperaba.
Al fondo del garaje de Aston Martin, la lectura era distinta. El AMR25, que ya sufría en seco, vivió otra sesión gris en mojado. Alonso se movió siempre en el límite del agarre y del equilibrio aerodinámico, con un coche imprevisible en cambios rápidos. Su pase a la Q3 fue más fruto de su pilotaje que del rendimiento del monoplaza, que sigue sin ofrecer una ventana de trabajo clara ni en seco ni en lluvia.
Las Vegas volvió a mostrar que el campeonato puede romper su guion en cualquier instante. Lo que parecía una clasificación controlada por Red Bull y McLaren se convirtió en una tormenta competitiva que dejó fuera a Hamilton, acercó a Williams a lo más alto con un Sainz brillante y mantuvo con vida a un Alonso que sigue exprimiendo al límite un coche sin virtudes definidas.
Q3: Norris sentencia bajo las luces de Las Vegas
La batalla final por la pole arrancó con un Carlos Sainz decidido a golpear primero. El madrileño abrió la Q3 con un registro contundente, un 1:50.8 que lo situó al frente de la tabla y marcó el tono de un tramo final en el que cada vuelta se convertía en una ruleta de riesgos. Detrás, Fernando Alonso sufría más que nunca para domar un Aston Martin nervioso, siempre al límite, octavo en su primera tentativa a la espera de las referencias de Pierre Gasly y George Russell.
Las mejoras no tardaron en llegar. Lando Norris, cuyo primer giro había sido eliminado por límites de pista, respondió con una vuelta limpia que lo llevó hasta la segunda posición, aunque todavía a medio segundo del sorprendente Oscar Piastri. Mientras tanto, Charles Leclerc seguía al borde del desastre en cada frenada; incluso probó otra escapatoria cuando apuntaba a lo más alto.
La sesión se tensó todavía más cuando Carlos Sainz volvió a aparecer en escena, esta vez metiéndose entre los dos McLaren. El español se colocó segundo y dejaba a Fernando Alonso sexto tras un nuevo esfuerzo del asturiano, pleno de contravolantes, que lo dejó a solo dos milésimas del tiempo de Max Verstappen.
El caos se intensificó con el avance del cronómetro. Liam Lawson sorprendió con una vuelta agresiva que lo catapultó a la cuarta posición, por delante de Alonso, mientras Verstappen escalaba hasta la segunda plaza. Pero los McLaren aún no habían mostrado todas sus cartas.
Y entonces llegó el golpe definitivo: Lando Norris pulverizó los registros con un estratosférico 1:48.384, más de siete décimas sobre Piastri y ocho sobre Verstappen. Un tiempo descomunal en una pista traicionera que dejaba claro que la pole iba a depender de una vuelta perfecta… o de algo más.
Aun así, Carlos Sainz se guardaba un último cartucho. El madrileño sacó una vuelta de enorme talento, un 1:48.357, que lo colocó momentáneamente primero. Había esperanza. Pero duró poco.
Porque lo mejor de Norris estaba aún por venir.
En los últimos segundos de la sesión, con la pista en su punto óptimo, el británico firmó otra vuelta devastadora que ningún rival pudo igualar. Lando Norris se aseguró así su tercera pole consecutiva, una declaración de fuerza en un campeonato que empieza a teñirse de naranja papaya.
It’s Lando Norris and Max Verstappen on the front row, with Carlos Sainz in P3! 🙌
Here’s the full classification from Qualifying ⬇️#F1 #LasVegasGP pic.twitter.com/cb26Pv3TM4
— Formula 1 (@F1) November 22, 2025
Verstappen se quedó segundo y Carlos Sainz salvó un brillante tercer puesto. Fernando Alonso, limitado por un AMR25 imprevisible, terminó séptimo, lejos de los tiempos punteros pero dentro de un top-10 que parecía inaccesible unas horas antes. Las Vegas volvió a coronar a Norris. Bajo el neón, el británico sigue acelerando hacia el Mundial.
