Fernando Alonso siempre ha estado en la órbita de Red Bull, aunque la historia no siempre terminó con un contrato. Entre los años 2008, 2011, 2013 y 2017, el asturiano fue considerado en varias ocasiones como objetivo prioritario del equipo austriaco, pero ninguno de esos intentos se materializó.
El trío soñado de Red Bull, muy cerca de reunirse en Aston Martin
En todas esas veces, Alonso permaneció en McLaren y Ferrari, mientras Red Bull consolidaba su dominio con Sebastian Vettel y, más tarde, con Max Verstappen, y con Adrian Newey como artífice de los monoplazas más exitosos de la década.
Hoy, sin embargo, el destino opera una ironía histórica, una inversión de papeles monumental. No obstante, por una u otra razón, se ha abierto la puerta ahora para que tanto Fernando Alonso, Adrian Newey y Christian Horner se unan, y no en Red Bull, sino en la órbita de Aston Martin.
Porque en la actualidad, Aston Martin, con Alonso al volante, ha logrado atraer a figuras que fueron clave en los éxitos recientes de Red Bull. Adrian Newey, el diseñador legendario detrás de los monoplazas más dominantes de la última década, lidera ya el desarrollo del próximo AMR26, el coche en el que están puestas gran parte de las esperanzas de Fernando Alonso. Además, con el muy probable cambio de roles de Andy Cowell, Newey asumirá el mando absoluto del área técnica del equipo.
Además, Christian Horner, ex jefe de Red Bull, aparece en la lista de posibles incorporaciones al equipo de Silverstone (como Andreas Seidl, por otra parte). La posibilidad de que los tres coincidan en Aston Martin dibuja un escenario inesperado: Alonso, que una vez fue pretendido por Red Bull, ahora podría trabajar codo con codo con los hombres que moldearon la era dorada del equipo austriaco.
La historia de la relación entre Alonso y Red Bull, una obsesión frustrada
Una relación entre Red Bull y Fernando Alonso que siempre estuvo llena de interés, pero nunca llegó a convertirse en un acuerdo real. Tras la abrupta salida de McLaren en 2007, marcada por tensiones imposibles de sostener con Ron Dennis, Fernando Alonso se vio obligado a buscar un nuevo destino. Necesitaba un equipo donde recomponer su camino y volver a sentirse competitivo mientras evaluaba sus opciones para los años siguientes.
Renault volvió a abrirle la puerta y se convirtió en ese refugio provisional, un lugar donde reconstruirse mientras Ferrari empezaba a perfilarse en el horizonte como su gran objetivo. Y fue allí, en 2008, cuando surgió el primer acercamiento serio. Entonces, Christian Horner tanteó la posibilidad de incorporarlo para formar pareja con Mark Webber, convencido de que el español podía elevar el nivel del equipo.
Pero la estructura deportiva de Red Bull ya tenía un rumbo marcado: la influencia de Helmut Marko y la apuesta decidida por Sebastian Vettel frenaron cualquier opción. Además, Alonso, con ofertas sobre la mesa también de Toyota, rechazó un proyecto que nadie esperaba que llegara tan alto.
Sí, unos años después encadenaron una de las mejores rachas de la historia de la Fórmula 1 con cuatro títulos consecutivos con un monoplaza espectacular. Esos trofeos, quizá, podrían haber sido de Fernando Alonso. Y, si el bicampeón hubiera dicho que sí a alguna de sus posibles ofertas, quién sabe lo que hubiese pasado.
«Estuvimos muy cerca…»
Pero ciertamente los resultados no acompañaban ese entusiasmo. Entonces, este equipo -recién fundado en 2005 tras la compra a Jaguar-, había finalizado quinto en constructores, con años previos incluso por detrás de su hermano pequeño, Toro Rosso -hoy Racing Bulls-, y con rendimientos muy por debajo del Renault que Fernando tenía entre manos. Era lógico, claro.
Así lo dijo Horner en 2023. «Estuvimos muy cerca, fui a ver a su agencia de representación a finales de 2007 para ficharlo para 2008 y 2009, pero él solo quería fichar por una campaña. La postura de Red Bull y del señor Mateschitz -máximo accionista de Red Bull entonces- era la de dos años o nada, y no se produjo el acuerdo por ello»-
Si hacemos caso a la versión del entorno del asturiano, no se llegó a un pacto finalmente porque en Red Bull exigían demasiados eventos comerciales, anuncios… y de alguna manera temían que eso les distrajese del objetivo principal. Por otra parte estaba la oferta de Ferrari, que no se produjo hasta 2010.
El compromiso de Alonso con Ferrari en 2011 le privó de algo más
El interés se reactivó notablemente hacia 2011. En ese momento, Alonso batallaba con Ferrari por un título que se le escapaba ante la máquina superlativa de Vettel y Newey. Horner y el mismo piloto llegaron a reconocer públicamente que existieron conversaciones serias.
Pero el compromiso de Alonso con Ferrari y la estructura de Red Bull hacían que la maniobra fuera extremadamente compleja. La llegada de Alonso habría supuesto un terremoto en el equipo, potencialmente desestabilizando a Vettel, su piloto de referencia.
Las conversaciones se repitieron en distintos momentos y con distintos matices, pero ninguna llegó a transformarse en un acuerdo real. Christian Horner, que vivió todas esas tentativas en primera persona, ha explicado en más de una ocasión cómo se desarrollaron aquellos contactos y qué factores acabaron alejando al asturiano del equipo que después dominaría la Fórmula 1.
Ofertas, reuniones y oportunidades entre Alonso y Red Bull
Según recuerda el propio director británico, hubo ofertas, reuniones y oportunidades. Y todas se fueron evaporando por circunstancias externas, decisiones estratégicas y lecturas erróneas del mercado. «Pensábamos que tenía un acuerdo muy evidente para ir a Ferrari en 2009. La cosa es que Flavio Briatore también estaba involucrado intentando firmarlo para el equipo Renault, la escudería que dirigía por aquel entonces, y al final acabó pilotando para Renault esas dos temporadas”, reconocía Horner.
“Además de ello, años después, tuvimos otra conversación en la parte trasera de un Alfa Romeo en el aeropuerto de Spa, creo que fue por 2012, pero la negociación más seria fue la primera, y en esa perdió la oportunidad”.
La última intentona realmente seria llegó en torno a 2017, en plena tormenta deportiva para McLaren-Honda. Alonso acumulaba frustración tras otra temporada marcada por averías, falta de potencia y promesas incumplidas. Buscaba desesperadamente un proyecto competitivo que lo devolviera a la lucha por victorias, y Red Bull volvió a aparecer en el horizonte como una posibilidad tentadora.

Red Bull, buscando un reemplazo para el futuro, volvió a tender la mano. Una vez más, factores externos (alianzas de motores o la decisión final de la cúpula) impidieron que se cerrara un acuerdo que, para muchos, habría supuesto una combinación invencible en la pista. Horner, en distintas ocasiones, lamentó no haber podido concretar la operación.
El plan de Stroll para Aston Martin apunta a Horner
Así, la vieja obsesión de Red Bull por juntar a Fernando Alonso, Adrian Newey y Christian Horner podría tomar todo el sentido con presente que vive Aston Martin. Lo que antes fue imposible empieza ahora a tomar forma en Silverstone gracias a los movimientos internos que está impulsando Lawrence Stroll.
Es así que con el mencionado reajuste con Cowell, se abre la puerta a un nuevo responsable de primer nivel, alguien capaz de liderar un proyecto que quiere pelear por títulos a partir del nuevo ciclo. Y ese nombre, el que Stroll tiene marcado en rojo, es Christian Horner.
Para el multimillonario canadiense, el que fuera jefe de Red Bull reúne esa experiencia, autoridad y visión, todo lo que necesita Aston Martin para complementar las otras dos piezas que ya tiene: un diseñador del calibre de Adrian Newey, un piloto con la ambición intacta de Fernando Alonso… y todo un equipo con armas de primer nivel.
Aston Martin refuerza Silverstone con fábrica, simulador y túnel de viento de última generación
Para prepararse, Aston Martin ha hecho grandes inversiones. Han construido una nueva fábrica en Silverstone con tecnología avanzada, han instalado un simulador moderno y ya están usando un túnel de viento propio.
Todo este esfuerzo tiene el objetivo de competir al mismo nivel que equipos como McLaren, Red Bull, Mercedes y Ferrari. En esta nueva etapa, el diseño de los coches y la eficiencia de los motores serán los factores principales.
Con todos estos movimientos, todas las miradas se centran en Silverstone. La expectativa generalizada es que Aston Martin pueda ser el gran equipo que se beneficie de esta combinación de factores, posicionándose como un aspirante serio para estar entre los mejores y luchar algo grande en la nueva era de la Fórmula 1.
