Martin Hermannsson ya está en la ciudad de Valencia. El base islandés ha llegado esta mañana al aeropuerto de Manises en el que ha atendido a varias preguntas de la prensa.
Los diferentes problemas en el puesto de base durante la pasada temporada hicieron que reforzar tal posición este verano fuera clave. De esta manera se fortalece este rol en el que Sam Van Rossom y Guillem Vives han visto reducido su rendimiento por culpa de las lesiones. Caso diferente es el de Quino Colom, quien no convenció al club taronja y su continuidad no está asegurada.
Conversaciones que marca la diferencia
Por su parte, Hermannsson ha reconocido que: «el haber hablado con el entrenador es una de las principales razones por las que he venido, hablamos, me mostró lo optimista que era, lo mucho que cree en mí y lo que cree que mi juego puede aportar al Valencia Basket. Tras ver el equipo, tras hablar con él y también hablando mucho con Sam Van Rossom, creo que este es un entorno que puede ayudarme a crecer mucho como jugador a ser mejor. Sí, tanto los jugadores como los entrenadores me van ayudar mucho a desarrollar mi carrera, por esto vine».
Sensatez y confianza para afrontar los objetivos
Además, el base de 1’90 m se mostró cauto pero ambicioso de cara al desafío de la próxima temporada: «creo que puede ser bueno no hablar mucho, no poner demasiada presión sobre nosotros, pero es evidente que el año pasado Valencia Basket ya estuvo en posiciones de Play-Off. Con los jugadores que hemos añadido este año, ¿por qué no?, ¿por qué no podemos llegar a esa posición de Play-Off y después que pase lo que sea?”.
Así pues, Jaume Ponsarnau ya suma un nuevo efectivo para la inmediata pretemporada. Una plantilla en las que hay puestas expectativas muy altas después del gran trabajo de Chechu Mulero en los despachos en búsqueda de continuar creciendo como entidad.
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