Primer tiempo sin ocasiones
Comenzaba el encuentro en Mestalla sin claro dominador. El primer susto, y no en forma de ocasión, lo protagonizó un Renato Tapia que se magulló el tobillo en una mala caída. Afortunadamente para el interés de los celestes, pudo continuar sin demasiados problemas. Cabe recordar que, tras la salida de Okay Yokuslu, el peruano no tiene recambio claro en su posición. Además, es un jugador clave en el esquema de Coudet, y su lesión supondría todo un quebradero de cabezas.
Los primeros compases estuvieron marcados por las interrupciones, con ausencia de situaciones peligrosas. Muchas faltas, sobre todo del Celta, que le costaron la cartulina amarilla a Nolito, quien se perderá la siguiente jornada por acumulación de tarjetas.
Llegando a la media hora de partido, Daniel Wass enganchaba un balón al borde del área que lograba sorprender a Rubén Blanco, tras pase de Maxi Gómez. Los dos ex-celestes dibujaban el primer gol del encuentro. Sin embargo, el tanto fue revisado por el VAR, y posteriormente anulado por fuera de juego.
Así, llegaría el descanso sin apenas ocasiones, en un enfrentamiento hasta el momento marcado por la intensidad y la poca claridad en ataque.
El arreón final del Valencia se llevó los tres puntos
Con la reanudación, más de lo mismo. Continuas interrupciones y sin trabajo para los porteros. Precisamente el del Celta sería el protagonista de la jugada más determinante del encuentro. Tras un pase al espacio para Maxi Gómez, Rubén Blanco se lanzaba a por la pelota, llegando a contactar ligeramente con el uruguayo al borde del área. Pese a que en un primer momento el árbitro determinó que no había falta, entró el VAR a revisar la jugada, y Valentín Pizarro acabó por expulsar al guardameta de Mos.
El Valencia, con un hombre más y media hora de juego aún por delante, comenzó a crear más peligro, acercándose a la portería ahora defendida por Iván Villar. Los locales acumulaban la posesión del esférico, relegando a su rival a jugar al contraataque.
La defensa del conjunto vigués suplió la inferioridad con trabajo e intensidad, logrando retener las oleadas chés. Las molestias de Solari, que le obligaron a retirarse, sirvieron al Chacho para dar entrada a Aidoo y reforzar la parcela defensiva.
Cuando todo parecía encaminado al empate, apareció la figura de Manu Vallejo. Después de caracolear dentro de un área poblada de jugadores rivales, conectó con Kang-In Lee, quien le devolvió el esférico para que el delantero anotara. Supieron aprovechar los de Javi Gracia la superioridad, y ya en la última jugada volvieron a anotar, tras una gran definición de Kevin Gameiro.
El Valencia coge aire en la clasificación, mientras que el Celta se marcha con sensación agridulce y pone fin a cuatro jornadas imbatido.