Le bastaron poco más de quince minutos al Rayo para golear a un Leganés muy flojo. El primer gol llegó en el 73 y el partido acabó con una goleada de tres goles a cero. Solo un milagro en Butarque clasificaría al Leganés al play off. El Rayo, al igual que el Girona, tiene pie y medio en la final.
El partido comenzó frenético. El Rayo salió muy agresivo del túnel de vestuarios y quiso dominar a un Leganés que se valía de contras para generar peligro. El juego se fue tranquilizando con el paso de los minutos y empezaron a predominar las posesiones largas y pausadas por parte de ambos equipos. En una jugada aislada, Sergio González remató de cabeza en boca de gol pero Luca hizo una parada magistral para salvar a su equipo del primer gol.
Un par de potenciales penaltis se revisaron en el área del Leganés en una primera parte que careció de ocasiones de gol. El juego estaba trabado y el protagonista era el respeto entre ambos equipos. Nadie quería encajar un gol.
La segunda mitad empezó con un susto para los vallecanos. Un centro lejano de Jonathan Silva se envenenó y Zidane se vio obligado a despejar de una forma poco ortodoxa. Salió mejor el Lega después del descanso, pero no fue capaz de generar demasiado peligro. El Rayo no quiso ser menos. Pasados diez minutos del segundo tiempo, Qasmi peinó un centro de Isi y no encontró portería por poco.
Fue finalmente el conjunto local el que abrió la lata. Álvaro García remató un gran centro de Isi para adelantar al Rayo antes del último cuarto de hora de juego. Los minutos de oro para el conjunto de Iraola siguieron con el gol de Bebé. Tras una buena recuperación de Óscar Valentín y una gran jugada individual de Bebé, el portugués duplicó la ventaja en Vallecas y ponía al Lega contra las cuerdas.
Los pepineros atacaron a la desesperada la portería defendida por Zidane a partir del segundo gol, pero el tanto que podía recortar distancias no llegaba. Es más, el Rayo incluso generaba más peligro a la contra que su rival. En la última jugada, Bebé firmó su doblete para terminar de sentenciar al Leganés después de un gran golpeo a balón parado desde muy lejos.