Por más que lo intente, sigue sin encontrarse el Inter en la UEFA Champions League. En un encuentro muy táctico, falló de nuevo en su cometido el elenco ‘neroazzurro’ de empezar a sumar en su casillero. Otra igualada (0-0) ante el Shakhtar Donetsk -esta versión sin escrúpulos para desdoblarse en ofensiva- deja a ambos dependiendo de un hilo, a pesar de que hicieran todo para ganarlo. Desafortunadamente, ninguno quería encajar este martes.
Mucha energía, poco acierto
Con las urgencias definidas tras su descalabro en el último minuto ante el Real Madrid (0-1), el Inter arribó a Kiev con un objetivo marcado: la victoria. Mucho cambió y también su rival, el Shakhtar, desde la última vez que se vieron las caras. De hecho, el ahora equipo dirigido por De Zerbi, ex del Sassuolo, nada tiene que ver con el que prefirió sostener dos empates ante los lombardos. El subcampeón ucraniano enseguida se apoderó del balón y comenzó a circular la pelota con el objetivo de atraer a su rival desde la salida, aprovechando lo alto que presionaban, para luego dejar camino libre a sus atacantes delante de los centrales italianos. En transición, sufría el equipo de Inzaghi.
Solomon, Pedrinho y Tete, que había entrado por Traoré, tenían libertad y tiempo en todo para 3/4. Sin embargo, a su creatividad les faltaba un rematador dentro del área, dónde De Vrij despejaba sus internadas. Debido a ello fue que el Inter optó por ser práctico: replegarse, y salir rápido o atacar mediante balones largos hacia los delanteros o carrileros. Fruto de ello, Dumfries y Brozovic crecieron en el duelo, estirando y generando ocasiones a favor de su equipo. Barella, que se topo con el palo, Lautaro, que mandó su tiro desviado, y Dzeko, que la mando alto tras un rebote, tuvieron las mejores ocasiones para el campeón italiano. Verse en aprietos obligó al Shakhtar a frenar con el balón las acometidas internistas, rotando el esférico de lado a lado a poco del entretiempo.
Skriniar y Pyatov detienen el frenesí
Esa decisión le sirvió al subcampeón para replantear y volcar a la visita contra su arco. Fue entonces cuando Skriniar empezó a erigirse como gran baluarte defensivo. El eslovaco frustró tanto a Pedrinho como Salomon a base de fiereza en el anticipo y colocación. No obstante, solo era la última línea del Inter la que podía mantener el alto ritmo con el que el Shakhtar atacaba. Los ‘mineros’ no encontraban oposición algunas en sus progresiones y sí facilidades en cada acercamiento a área italiana. Aunque fue gracias a su fiable zaga que los transalpinos tuvieron opción de seguir en el encuentro.
Tomando un segundo aire, el Inter subió líneas y presionó mejor la salida rival. Eso dió resultados instantáneos, ya que el veterano Pyatov cometió dos fallos que por poco permiten a Lautaro abrir la lata. Eso fue el preludio al dominio del equipo de Inzaghi, que intervino con cambios que dieron a sus pupilos el impulso necesario para encimar en el final. Para su poca fortuna, tanto un disparo de Correa a colocar como el consecuente testarazo de De Vrij fueron atajados de forma magistral por Pyatov para salvar al Shakhtar. Como Trubin antes que él, en las manos del ucraniano finiquitaron las chances del Inter por salir victorioso, tropezando nuevamente ante la misma piedra, que lo vuelve a poner en problemas..
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