Último baile. Real Oviedo Vetusta y Bergantiños dicen este domingo adiós a la temporada sin nada en juego para ambos más que poner una guinda dulce al pastel. Los asturianos, con la permanencia sellada quieren vencer en casa a un cuadro gallego descendido hace semanas.
Vetusta: fue bonito mientras duró
El Real Oviedo Vetusta no pudo aprovechar las derrotas de Compostela, Zamora y Guijuelo y también cayó ante el Marino en su visita a Miramar (1-0). De esta forma, con una sola jornada por delante, el Vetusta ya no tiene opciones de entrar en playoff y cerrará la Liga sin objetivos por los que pelear más allá de acabar bien ante su afición. Los azules, que completaron con nota su debut en esta categoría, han estado buena parte del curso coqueteando con la zona noble y no han pasado apuros para estar el curso que viene de nuevo en Segunda RFEF. Como locales, su balance esta temporada ha tenido buena culpa de esa tranquilidad ya que han ganado 10 partidos como locales, empatado 1 y perdido 5. Actualmente llegan a la última jornada con 48 puntos en el puesto 8.
Bergantiños: una alegría en el adiós
Los de Carballo han estado toda la temporada en números rojos y sin ser capaces de encadenar resultados positivos lo que ha llevado a que el club tomase la decisión de poner fin a su vinculación con Lemos y apostar por un cambio de rumbo para revertir la situación. Al banquillo del conjunto carballés llegaba José Durán. Sin embargo, la vida siguió igual y se consumó el descenso a Tercera. En ese camino agónico hacia la pérdida de la categoría el cuadro gallego busca una alegría que se resiste. El triunfo sigue brillando por su ausencia y la pasada semana empataron en casa ante el Coruxo. Actualmente el Bergantiños, con 22 puntos, es último. Un triunfo a domicilio, donde su balance es de 2 triunfos, 5 empates y 9 derrotas, daría una alegría en su adiós a la categoría.
Las palabras del míster
Las bajas
En el Bergantiños no estará Palomares por sanción.