Como Superman en La Liga de la Justicia. Como los grandes héroes, esos que aparecen al final de la película y derrotan al villano de turno. Hoy fue Roberto. El guardameta no realizó ninguna parada en todo el partido…hasta el minuto 90. No apareció, ya que el Levante no inquietó la portería rival. Una cabalgada de Nano Mesa le dejó sólo delante de Roberto, que hizo un paradón magistral. Salvó al Málaga. De no ser por él, otro gallo hubiera cantado. Curioso que el Málaga, en el primer partido en el que no encaja gol, se olvide de que ellos también tienen que marcar. Con la llegada de la Navidad, el equipo local esperó un regalo que no llegó.
El Málaga comenzó dominando el partido, como la acuciante situación requería. Los dos equipos llegaban «cogidos con alfileres». El Málaga, con Diego de lateral izquierdo por las bajas de Juankar y Ricca; el Levante, con un centro del campo inédito dónde Campaña y Bardhi hacían de doble pivote. La enorme calidad de la dupla levantina contrasta con su poca agresividad al ir al contacto con el balón, la que si poseen Adrián y Recio.
Los boquerones enlazaban jugadas de ataque, una tras otra. El equipo granota estaba a verlas venir. La electricidad de Keko, Rolan y Chory ponía en aprietos a la defensa rival. Keko volvió a demostrar una vez más que está entonadísimo. Una luz en la oscuridad. Rolan batalla hasta la saciedad y Peñaranda aporta esa pausa necesaria para «masticar» la jugada. El problema seguía siendo el mismo que anteriores partidos. Al Málaga le falta gol. El último pase nunca llegaba a su destinatario a pesar de las continuas llegadas.
Por parte del Levante, alguna buena transición por parte de Ünal, el jovencísimo delantero cedido por el Villarreal. Y dos acercamientos de Samu García, que erró en el último pase. Volvía a su casa y parecía no querer hacer sangre. La buena noticia estuvo en ambas porterías. El Levante, dominado en todo el primer tiempo, no encajó ningún gol antes del descanso. Roberto era un espectador más, ya que apenas intervino en 3 centros laterales del Levante y en una parada a Moore, en un flojo disparo. Se llegó al descanso con el resultado gafas.
En la segunda parte, Muñiz retiró a Samu y metió a El Hacen, un centrocampista mauritano de muy buena planta. El mediocampo se igualó y los dos equipos se disputaron el cuero. Sin embargo, el Málaga seguía siendo dueño y señor de las ocasiones de gol. Diego González, en un gran partido, tuvo dos clarísimas para desequilibrar la balanza. No pudo ser. Míchel recurrió a su «plan B» : Borja Bastón, Ontiveros y Juanpi. Ninguno de ellos dio sus frutos. Ontiveros falló todo lo que intentó, Bastón eligió mal siempre (es ya una costumbre) y Juanpi ni apareció. En un partido en el que el Málaga demostró tener una defensa soberbia, el gol no apareció. El Levante se apagaba cada vez que se acercaba a la meta de Roberto. Si los malaguistas no tuvieron su día, los «Morales, Bardhi o Ivi» tampoco.
El final ya lo conocen. Volvió a aparecer el salvador del Málaga. Ya dijo Michel hace tiempo que Roberto era el único que estaba a su verdadero nivel. Hoy quedó demostrado. Punto insuficiente para los dos, pero que a buen seguro le sentará mejor al Levante. El Málaga pierde una vida (y ya van muchas). Ya no se puede fallar, aunque esa frase sea una constante desde hace meses…
@daniluque16