En el FC Barcelona hay varios frentes abiertos que debe ir solucionando en los próximos días. Avanzado el fichaje de Joan García, las principales tareas en agenda pasan por cerrar salidas necesarias para la economía del club para así poder acometer el fichaje de Luis Díaz. Además, hay que finiquitar la renovación de De Jong y Szczesny. La prioridad ahora mismo pasa por concretar las salidas necesarias para poder sanear las cuentas del club. Hay dos nombres encima de la mesa como Ansu Fati y Pablo Torre que, sin duda, se están tratando de forma bien distinta.
La salida de Ansu Fati
Ansu Fati ha vivido una temporada harto complicada en el FC Barcelona que ha llevado a una salida que ya lleva tiempo planteándose, pero que se ha resistido. Solo ha disputado 298 minutos repartidos en once partidos, seis de Liga, cuatro de Champions y uno de Copa del Rey. El joven atacante ya pudo salir en el mercado de invierno, pero se ha mostrado reticente a abandonar al club hasta que la situación ha sido irreversible.
Ahora que ha llegado el momento de salir, el destino será el Mónaco. El acuerdo es prácticamente total a falta de pequeños detalles. La salida se firmará en forma de cesión ya que el conjunto de la Ligue 1 no estaba dispuesto a pagar traspaso por un jugador que no ha contado con minutos. Se espera que la cesión incluya una opción de compra para el club monegasco de doce millones de euros. El punto de desacuerdo está en que desde el Barça quieren que esa opción de compra sea obligatoria, mientras que el club de destino no está por la labor. Además, desde el Barcelona se quiere que el conjunto monegasco se haga cargo de la totalidad del salario del futbolista, unos 12 millones brutos. Esa es una opción, otra sería que el jugador perdonase dinero.
Lo que está claro es que el conjunto azulgrana quiere desvincularse del jugador y ahorrarse a toda costa la ficha de un Ansu Fati que siempre ha estado llamado a ser una promesa y se ha quedado en nada debido a las lesiones y a su bajo rendimiento.
Pablo Torre, una salida con opción de regreso
Muy distinta es la situación con Pablo Torre. En su caso se busca una salida ante la imposibilidad de prometerle minutos de calidad, pero se confía en su talento y no se quiere una desvinculación total. El potencial es indudable y desde el Barça se quiere tener control sobre el futuro del jugador.
Desde el club, pensando en su futuro, se barajan dos opciones. Por un lado está la vía de la renovación. El jugador acaba contrato en 2026 y se le quiere ampliar por dos o tres temporadas para luego buscarle una cesión que le garantice minutos. También se baraja una venta con una opción de recompra asequible para poder recuperar al jugador.
El jugador quiere minutos
En las últimas semanas Pablo Torre ha dejado claro que no está contento con su falta de minutos y ha lanzado un dardo envenenado a su entrenador. «Creo que no desentonaba cuando estaba en el campo. Son cosas que elige el míster, es verdad que no había lesiones y entonces es muy difícil también para él elegir. Respeto sus decisiones, pero muchas veces no las he entendido. Había mucha competencia y era difícil entrar, pero creo que también por esa parte no fue justo y yo se lo dije en una charla que tuve con él. Cuando he jugado he estado muy bien y creo que he merecido mucho más», explicaba en una entrevista.