Xabi Alonso sorprendió el pasado sábado con un equipo ultraofensivo, con cuatro jugadores en la punta en el ataque blanco. El experimento dejó muchas dudas y sorpresas, porque fue el partido con más posesión del todo el año y, sin embargo, el partido con menos remates a portería. Algo no salió como se esperaba, pero hasta la fecha, salga mejor o peor, todo lo que está haciendo el tolosarra está saliendo bien.
¿Qué quiso hacer Xabi Alonso?
El partido ante el Espanyol comenzó con una sorpresa importante en el once, la de Gonzalo, ya no por la presencia del canterano en el equipo titular, que también, sobre todo por el cambio de sistema, ya que jugó con 4 hombres de ataque. Aunque es cierto que Mbappé retrasó algo su posición para venir a recibir, pero no deja de ser un planteamiento ultraofensivo que llamó poderosamente la atención.
El sacrificado fue Arda Güler, y por ahí podrían ir las pruebas de Xabi Alonso de cara al futuro. Con el turco, uno de los futbolistas que menos está brillando hasta el momento es Valverde. Por otro lado, la vuelta de Bellingham al once titular está más cerca, así que el entrenador vasco podría decidirse por un once tipo como el visto ante el equipo catalán, cambiando al inglés por el canterano (y adelantando a Mbappé para dejar a Bellingham en la posición de enganche).
Bellingham lo cambia todo
La vuelta del inglés al once titular supondrá un cambio en el equipo blanco respecto al inicio de la campaña. Bellingham será titular cuando recupere el estado de forma, y Xabi Alonso parece que quiere ir estudiando alternativas, sobre todo, de cara al partido del próximo sábado ante el Atlético de Madrid, primer examen importante del curso. Si le ve en condiciones, el internacional británico será titular, y la gran duda que pueda manejar en entrenador y si alienar a Mastantuono o a Güler.
De ahí que haya probado una línea de creación con Tchouaméni y Valverde, para poder visualizar el juego del equipo con ellos dos en la dirección. Y el resultado fue sorprendente, como hemos dicho, porque hubo más posesión que nunca, pero menos remates. Lo que demuestra que, por el hecho de poner a más delanteros, no se disparará más a puerta. Eso sí, el Madrid logró embotellar a un Espanyol que apenas dispuso de oportunidades y apenas inquietó a Courtois.
Falta de efectividad
Más allá del último partido, el Real Madrid está teniendo problemas de efectividad, que está sabiendo paliar gracias al gran momento de forma de Mbappé, que lo mete todo. El partido ante el Espanyol no dejó de ser una evidencia de algo que está pasando todo el curso. Otro de los motivos por los que Mbappé lo está jugando prácticamente todo. Con la llegada de Bellingham, se espera que el ataque blanco pueda fluir más y sea capaz de generar más oportunidades de gol.
Xabi Alonso sigue probando para encontrar el mejor equilibrio posible. Por el momento, ya ha resuelto dos problemas respecto a la temporada pasada, el balance defensivo, que ha mejorado significativamente, y el control de los partidos, también muy superior a los visto el curso pasado. Ahora solo falta atinar con la portería contraria, porque más allá de Mbappé, el equipo genera poco y los goles siguen sin estar en consonancia respecto a lo visto hasta el momento.