Toca ver como va a encajar Bellingham en el dibujo de Xabi Alonso. La baja del inglés después del Mundial de Clubes fue tan inoportuna como su vuelta a la titularidad. Se generaron muchos interrogantes antes del partido ante el Atlético de Madrid, comenzando con si titularidad, cómo lo usaría el entrenador y cuál sería su impacto. El resultado, no ha podido ser más decepcionante.
El regreso de Bellingham
Apenas había disputado minutos después de haber estado dos meses de baja. Nadie (o casi nadie) duda de que el inglés, en pleno estado de forma, debe ser titular en el Real Madrid. Sin embargo, ante el Atlético, parecía precipitado, tanto que nadie apostaba con su titularidad, entre otras cosas, porque el equipo, no solo había empezado muy bien la temporada, es que empezaba a rodar, venía de jugar su mejor partido de la temporada ante el Levante, sí, un equipo menor, como muchos otros a lo largo de este primer mes y medio de competición. El nivel seguía subiendo, como es normal.
Pero lo cierto es eso, que no entraba en las apuestas para formar parte de los once jugadores que saltaran al Metropolitano, y la sorpresa saltó una hora antes de que comenzara el partido, cuando decidió sentar a Mastantuono para que jugara el inglés. Eso no solo suponía romper con la dinámica hasta la fecha, también generaba un cambio de sistema el día que no tocaba. Queda mucha temporada por delante, quedan muchos partidos importantes por disputar, y no era el momento de tomar una decisión que suponía un riesgo, y acabó de la peor manera posible.
El encaje de Bellingham
Lo cierto es que Xabi Alonso ahora tiene que decidir dónde colocar a Bellingham para que el futbolista brille y haga brillar al Real Madrid. El internacional con Inglaterra, lo tiene todo, calidad, esfuerzo, conducción, pase, visión de juego. Pero su forma de jugar al fútbol, y lo que ha demostrado en el Real Madrid en sus dos primera temporadas, es que cuanto más cerca juegue del área, más podrá explotar sus virtudes. En su primer año. Como falso 9, no solo terminó el curso con 23 goles, fue determinante en el juego de un equipo que acabó por llevarse su última Champions League. Sin embargo, con la llegada de Mbappé, retrasó su posición y perdió incidencia en el juego.
Lo cierto es que las cualidades de Bellingham, o al menos, las vistas hasta ahora, no invitan a verle como centrocampista puro. Si bien regatea y apenas pierde un balón, sus movimientos se antojan lentos para una posición que requiere mover el balón rápido. Sortear rivales en el centro del campo no lleva a nada, sí en posiciones más adelantadas.
Un 4-4-2 para Bellingham
Según lo visto en el partido ante el Atlético de Madrid, lo más lógico es que se apostara por un 4-4-2 con el inglés en el campo, el problema, sigue siendo la acumulación de futbolistas escorados a la banda izquierda. Su primer año triunfó como mediapunta, como falso 9, con Vinicius en una banda y Rodrygo en la otra, pero ahora con Mbappé y el brasileño en la misma zona de influencia, obliga al inglés a tener que ocupar el perfil derecho, algo que tampoco le conviene.
Xabi Alonso tiene que tener muy claro qué quiere del inglés, y tiene que decidirse por acciones drásticas si quiere que el equipo esté bien plantando sobre el campo. El sábado se equivocó y lo pagó muy caro.