Federico Valverde atraviesa una tormenta en el Real Madrid. El segundo capitán de los merengues no disputó ni un solo minuto en Kazajistán ante el Kairat Almaty. Hasta ahora, nada del otro mundo. No obstante, su actitud preocupó. El uruguayo vive un momento delicado ha tenido que salir públicamente a pedir perdón en un comunicado tras los últimos cuestionamientos sobre su rendimiento. El contraste es abismal. Hasta hace poco, ‘El Pajarito’ era considerado un termómetro imprescindible en la medular blanca: intensidad, llegada, transiciones limpias, coberturas que daban aire al equipo. Pero hoy parece haberse convertido en una sombra de sí mismo. En el Derbi madrileño, fue uno de los más señalados. Poco trascendente, desacertado sin balón y directamente culpable en el quinto gol tras una pérdida que sentenció el partido.
Valverde no calentó ante el Kairat
El lunes, Federico Valverde había aparecido en rueda de prensa para analizar la previa del encuentro, pero también para dar explicaciones sobre su rendimiento… y sobre su posición en el campo. El Madrid ya no tiene laterales derechos. Fede conoce la posición, pero se quitó del medio: «»Quiero seguir en el medio, que es mi posición, aprendí de Toni (Kroos), Luka Modric, Casemiro… no me gusta mucho jugar de lateral, el entrenador siempre lo sabe. Pero siempre estoy dispuesto de ayudar al equipo sea donde sea«. Ante del Kairat, rectificó: «No nací para jugar de lateral. Tampoco crecí en esa posición. Estuve ahí en esa posición. Siempre tuve la duda que, a lo mejor, tuve suerte en esos partidos que lo hice bien. Me sentí muy cómodo en esos partidos. Me tocó jugar de extremo y gané una Champions. En el medio y de lateral, igual. Siempre estoy a disposición. Sí que es cierto que no me siento cómodo. Intento mostrar actitud y por eso las cosas me van bien«. Pero el mal parecía estar hecho.
El episodio que disparó la polémica ocurrió este martes. Mientras la mayoría de suplentes se ejercitaban antes del choque, Valverde permaneció en el banquillo junto al cuerpo técnico. Luego, durante el partido, el tolosarra le mandó al calentamiento pero él se «rebeló». No quiso hacer los ejercicios con sus compañeros. Una secuencia que desató la indignación en la esfera madridista. Xabi Alonso justificó los gestos en rueda de prensa: «Es una decisión que estaba tomada (su suplencia). Fede siempre está dispuesto donde se le necesite. Si se le hubiese necesitado hubiese jugado«.
Bloquea esto también, @fedeevalverde
Eres tú, tocándote los cojones anoche. pic.twitter.com/BWuEUpwztC
— IAM HUSTLE HARD 304 FAN ACCOUNT (@inakiangulo) October 1, 2025
El uruguayo pide disculpas
No obstante, Fede preocupa, y mucho. Este miércoles por la tarde, Valverde asumió su responsabilidad y dio la cara en sus redes sociales personales. También aclaró a los aficionados sobre su relación con Xabi Alonso: «He leído varios artículos dañando mi persona. Sé que he tenido partidos malos, soy consciente. No me escondo y doy la cara. Realmente estoy triste. De mí pueden decir muchas cosas, pero bajo ningún punto de vista pueden decir que me niego a jugar. He dado todo y más por este club, he jugado fracturado, lesionado y jamás me he quejado ni he pedido un descanso. Tengo una buena relación con el entrenador la cual me hace sentir con la confianza de poder decirle cuál es la posición que más me gusta dentro del campo, pero siempre, siempre le hice saber que estoy disponible para cumplir en cualquier lugar, en cualquier viaje y en todos los partidos Deje el alma en este club y lo seguiré haciendo, aunque a veces no alcance o no esté jugando como quisiera, lo juro por mi orgullo que jamás me rendiré y lucharé hasta el final jugando donde sea«.
He leído varios artículos dañando mi persona. Sé que he tenido partidos malos, soy consciente. No me escondo y doy la cara. Realmente estoy triste. De mí pueden decir muchas cosas, pero bajo ningún punto de vista pueden decir que me niego a jugar. He dado todo y más por este…
— Fede Valverde (@fedeevalverde) October 1, 2025
En Valdebebas preocupa la situación. Nadie duda de su madridismo ni de su sacrificio, pero la realidad deportiva refleja a un futbolista irreconocible. Si no logra dar un giro rápido, su protagonismo puede verse aún más reducido en una plantilla donde jóvenes como Arda Güler, Camavinga y Tchouaméni reclaman galones. El uruguayo encara un reto personal mayor que cualquier partido: reencontrarse consigo mismo y recuperar el pulso al centro del campo blanco. La afición espera de su segundo capitán mucho más que declaraciones. Lo que necesita el Real Madrid es volver a ver al ‘Halcón’ volando.