Sigue el lío entre Lamine Yamal y Dani Carvajal. El Clásico del fútbol español tuvo como ganador de la primera batalla de la temporada entre ambos al Real Madrid, gracias a los goles de Kylian Mbappé y Jude Bellingham. Sin embargo, más allá de lo futbolístico, el primer encuentro entre Real Madrid y Barcelona resultó ser uno de los Clásicos más picantes de los últimos años. Se intuía que podría darse así tras las gravísimas declaraciones de Lamine Yamal en contra del Real Madrid. Los jugadores de Xabi Alonso salieron metidísimos en el encuentro, con el cuchillo entre los dientes y con una motivación altísima.
En el vestuario no gustó nada lo que dijo el 10 del Barça, tal y como contó Iván Martín en OK Diario, y es por ello por lo que los futbolistas merengues se fueron a por él tras acabar el encuentro. El jugador del FC Barcelona y Dani Carvajal, se saludaron tras el choque, y el capitán blanco le hizo un gesto con la mano refiriéndose a que habla mucho. Lamine, lejos de agachar la cabeza tras comerse sus propias palabras y no aparecer en todo el partido, le dijo a Carvajal «vamos fuera», en referencia a que se lo dijera en la calle, con tono de amenaza y prepotencia.
Ahí comenzó el pique y la tangana final, Vinicius se sumó a la trifulca, y también otros jugadores del Real Madrid como Courtois, Lunin que acabó expulsado, y todo el cuerpo técnico y staff de cada equipo. Tras esto, varios pesos pesados del Real Madrid le mandaron algún ‘recadito’ a Lamine Yamal como el propio Jude Bellingham, quien decantó el Clásico a favor del Real Madrid gracias a su gol y asistencia. «Hablar es barato», dijo Jude en un post en sus redes sociales, refiriéndose a las declaraciones de Yamal y de la victoria del Real Madrid ante el Barça.
La cosa no quedó ahí, y es que pasadas varias horas desde que se jugó el Clásico, la reacción de Lamine Yamal ha sido la de dejar de seguir en Instagram a Carvajal, compañero de selección, con quien se las tuvo tras el pitido final del Clásico. El propio futbolista blanco hizo lo mismo. Veremos hasta dónde llega esta saga, pero la realidad es que el delantero blaugrana fue el encargado de echarle gasolina a un estadio y a un vestuario que tenía ganas de revancha. «El equipo estaba muy motivado. Estoy muy contento por chicos porque necesitaban la sensación de ganar un partido grande. La satisfacción era completa», dijo Xabi, en la rueda de prensa post partido.