El Real Madrid no solo se dejó sus primeros tres puntos en esta primera fase de la Champions League, evidenció que, aunque el equipo tiene mejor pinta que el año pasado, todavía tiene mucho camino por recorrer si quiere competir con los grandes equipos europeos. El Liverpool demostró estar un escalón, o dos, por encima de los blancos, y solo una actuación estelar de Courtois evitó que la goleada fuera mayor. Los grandes se le sigue atragantando a los blancos.
El Real Madrid y las grandes citas
Esta vez tocó el Liverpool, un grande de Europa que mostró la realidad de un Real Madrid que sí, ha mejorado respecto al año pasado, pero aún está inmaduro para competir al más elevado nivel, algo que se le exige al equipo por historia y que, quizá tras la última década de éxitos, es algo más que una obligación. Con la derrota de ayer, son 3 derrotas de 4 partidos contra equipos grandes desde que Xabi Alonso es entrenador del equipo blanco, la primera se puede justificar, la del PSG en el Mundial de Clubes por el poco tiempo que llevaba al frente del banquillo, y la de ayer, que no fue tan grave gracias a Courtois, puede no resultar tan importante, pero el baño sufrido ante el Atlético de Madrid ha dejado cicatrices que aún son muy palpables.
La victoria ante el Barcelona fue un bálsamo y un hilo de esperanza, donde los blancos fueron mejores, más de lo que indica el resultado, pero no hay que olvidar que los blaugranas llevaron al Clásico muy mermados, con muchas bajas, y aun así, cerca estuvieron de rascar algo en el Bernabéu, quizá sin merecerlo, igual que pudo pasar ayer en Anfield, si Mbappé llega a atinar en la única clara ocasión que tuvo en la recta final.
Mucho margen de mejora
El Real Madrid sigue teniendo margen de mejora, sobre todo en la intensidad: la falta de un mediocentro que haga mover el equipo, que ordene la salida de balón, y que ayude a salir de la presión, es algo que no se va a poder solucionar hasta que no llegue un refuerzo para cubrir esa tarea. Más de lo mismo si se juega sin un “9” que fije a los defensas, que dé más libertad a los hombres de banda, y que proporcione alternativas dentro del área. Pero lo que si se debe, y se tiene que mejorar, es la intensidad y el esfuerzo, porque los de Xabi Alonso, perdieron la mayoría de los duelos físicos, y apenas ganaron balones al rechace. Faltó intensidad que, de haberse igualado, hubiera equilibrado un partido que estuvo algo igualado en la primera mitad, pero que fue un desastre físico en la segunda.
Una derrota previsible
Perder en Liverpool, en Alfield, entra dentro de lo normal, incluso para el Real Madrid. Pero al equipo se le exige más sangre y más intensidad. Courtois se encargó de que la herida no fuera grande, y de que la derrota sea solo eso, una derrota en el mes de noviembre de un equipo que, quitando la tarde del Metropilotano, ha comenzado la temporada con unos números espectaculares. Xabi Alonso sigue tenido trabajo, y mucho, para que su equipo sea capaz de competir al más elevado nivel. Aún tiene margen, el equipo juega cada día mejor, pero debe ser capaz de hacer que el equipo sea capaz de competir, en las grandes citas.
Los partidos grandes son los que marcan el estado de forma del equipo, y desde la llegada de Xabi Alonso, solo 1 victoria de 4, eso sí, ante el Barcelona, un equipo que pasó por encima a los blancos la temporada pasada, en cuatro partidos. El equipo ha mejorado respecto al año pasado, pero necesita dar más pasos al frente, si quiere volver a competir en Europa, porque para luchar por LaLiga, le da de sobra, no tanto para volver a ser el Rey del continente.
