Supermán Valverde, eso es lo que ha demostrado el futbolista uruguayo en sus últimos años en el Real Madrid, y ya no es solo porque lo haya jugado casi todo en las últimas temporadas, es por el rendimiento durante los 90 minutos de cada partido, sobre todo en la recta final de cada uno de ellos, cuando las energías se agotan para todos, siempre ha tenido fuerza para una carrera más. Pero no, todo tiene un límite, todo pasa factura, y el sobreesfuerzo tiene un precio.
Valverde y su preparación física
Las condiciones físicas de Valverde son superiores a las del resto, el algo innato, y una gran prueba de la potencia que tiene en sus piernas queda demostrada cada vez que realiza un disparo a portería, la fuerza con la que el balón se despega de su pie. Esta potencia física le han permitido ser el jugador de campo con más minutos en los últimos años, apenas se ha perdido partidos con el equipo, jugando 190 partidos oficiales de los últimos 200 del equipo, una cifra bárbara para cualquier futbolista.
Y si algo ha llamado siempre la atención de su poderío físico, es su resistencia, y como llegaba a los finales de partido. Mientras que el resto de jugadores acusa el esfuerzo de los 90 minutos, y se evidencia con cansancio e imprecisiones, Valverde continúa corriendo como si fuera el minuto uno, y llama más la atención porque esa superioridad física, le permite correr con el balón de área a área, aprovechando la debilidad de los demás, lo que le da más vistosidad a esas condiciones que ostenta su genética. Su condición le ha permitido estar casi siempre disponible, y acumular más minutos que nadie, pero todo esfuerzo se acaba pagando.
Lesiones de Valverde
Ya la temporada pasada, Valverde comenzó a acusar el esfuerzo, y jugó buena parte de la temporada con problemas musculares, incluso lesionado, como él mismo reconoció hace varias semanas, pero el compromiso, siempre por delante. Y en un equipo que apenas ha tenido descanso este verano, con el Mundial de Clubes de por medio, y tras la pretemporada más corta de la historia del club, el cuerpo del uruguayo ha dicho basta.
Ya tuvo molestias al inicio de la temporada, pero ha seguido jugando. El día del Liverpool, sufrió molestias, siguió en el campo, pero al final no le quedó otra que pedir el cambio. Y ante el Rayo Vallecano, tampoco descansó, también saltó a campo, y también tuvo que ser sustituido.
Preocupación por la tendencia
Por suerte para el jugador y para el Real Madrid, son lesiones leves, pero hay cierta preocupación: el futbolista ha pasado de estar siempre en perfectas condiciones, a sufrir pequeñas lesiones musculares, una espiral que preocupa, y mucho, ya que, cuando los futbolistas entran en esta dinámica, les cuesta salir.
Valverde no ha viajado con Uruguay, como pasó en la anterior ventana, la anterior por precaución, y esta vez por lesión. El parón de dos semanas le viene bien para recuperar, pero el futbolista debe parar, reducir la carga de minutos, rotar más, y recuperar su mejor versión, porque el equipo se juega mucho en cada partido, pero el tramo final de temporada, el que comienza a partir de febrero, es el importante, y para esas fechas, es capital que el segundo capitán, el primero por la baja de Carvajal, esté en plenas condiciones. Valverde tiene un físico privilegiado, pero hay que cuidarlo. Muchos partidos, muchos minutos, muchos esfuerzos, que están comenzando a tener consecuencias. Mejor parar ahora, que lamentar lesiones más importantes en el futuro.
