La pretemporada del Valencia CF ha ido de menos a más en todos los sentidos, tanto física, técnica como tácticamente. La exigencia de los rivales, su estilo de juego y su rodaje también han ido variando para enfrentarse en cada momento a un rival que resultara un reto diferente para los blanquinegros y que buscara mejorar aspectos nuevos.
El stage en Suiza
Los dos primeros partidos, ante Galatasaray y Lausanne fueron de poca exigencia dado el poco ritmo que tenían los jugadores de Marcelino. Los turcos porque estaban en una fase inicial también en su preparación y los helvéticos por su escaso nivel futbolístico ya que forman parte de la segunda división suiza. Sorprendentemente, los locales presentaron más batalla que los otomanos y rascaron el único empate del equipo de la capital del Turia en todo su periplo preparatorio.
El siguiente paso sería jugar contra un equipo más rodado, de nivel Champions y con un juego combinativo que resultaría más exigente en el aspecto táctico, con una presión más alta que dificultó el juego che y le mermó en sus llegadas y le puso en mayores aprietos defensivos de los sufridos hasta ese momento. Primera derrota para analizar errores y seguir mejorando.
La etapa británica
Los dos siguientes partidos buscaban un mayor ritmo de juego y una mejora en el aspecto físico tras las tres primeras semanas de pretemporada. La Premier League serviría para medir la progresión física de los valencianistas y algunos de los jugadores más importantes empezaron a disputar más de 45 minutos para ir incrementando las cargas de entrenamiento. A su vez, otros jugadores fueron perdiendo protagonismo y jugando cada vez menos, dejando claro así el técnico asturiano con quien cuenta y con quien no. Los Medrán, Zaza, Nacho Gil, Montoya y compañía empezaban a ver claro su futuro.
La presentación en Mestalla
El último partido sería el más importante en la preparación del conjunto de la Avda Suecia. Un equipo alemán de la parte alta de la tabla, habitual de Champions, con un momento de preparación más avanzado y con un sistema de juego similar, aunque sin contar con los jugadores de la misma calidad, a la del primer rival valencianista, el At. Madrid del Cholo Simeone. El resultado y las sensaciones no podrían ser mejores. Un público entregado, un resultado contundente y un juego brillante por momentos.
Con todo ello y con las incorporaciones de los últimos días, el club de Artes Gráficas se muestra preparado para encarar una temporada ilusionante en la que pretende dar un salto en sus aspiraciones y acercarse al triunvirato dominante en la competición.
@VicentSarrion