Dos equipos en descenso y en medio de un cambio en el banquillo que esperan sirva como reacción se medirán este domingo, las 17 horas, en El Helmantico. Salamanca y Rápido de Bouzas buscarán un triunfo que marque el inicio de ‘una nueva vida’ que implique escalar posiciones en la tabla.
Parece que finalmente llega la calma al Salamanca después del culebrón de la última semana que terminó con la dimisión del presidente y se redujo la tensión en el club con un empate ante el Coruxo ese mismo domingo. Los acontecimientos han ido saliendo día tras día. Ahora, con estabilidad en la directiva e ilusión en la grada, el club charro está convencido que el equipo dará el 100 por 100 para buscar la victoria en casa.
Este fin de semana en los banquillos de ambos equipos podremos ver cambios y caras nuevas, esto se debe al primer partido de Antonio Calderón en el área técnica del Estadio Helmantico y por parte del Rápido de Bouzas se sentará en el banquillo su director deportivo, Michel Alonso, tras ser destituido esta semana su entrenador Jorge Otero.
Ambos equipos se encuentran en zona de descenso. El Salamanca decimoséptimo con 6 puntos y el Rápido de Bouzas último con 1 punto en su casillero.
El Salamanca no es que lleve una racha en la liga del todo favorable, viene de empatar contra el Coruxo (1-1), perder contra el Sanse en casa (0-3) y otra derrota ante el Deportivo Fabril (0-1). Los resultados del Rápido de Bouzas preocupan en el club con una derrota ante el Burgos (0-1), ante la Ponferradina (3-0) y un empate ante el Fuenlabrada (0-0). Además del hecho de que el club aún no haya sido capaz de hacer un gol este curso.
Esta misma semana se anunciaba la vuelta de Amaro a las filas del club charro, jugador muy importante para el equipo y la afición, por ello la enfermería del Salamanca se reduce a Pumar, Indiano y José García.
El míster charro apuntaba en rueda de prensa que la semana de trabajo “para mí ha sido más larga. He tenido más días para poder trabajar con el equipo. A nivel de club, las cosas se van asentando. Veo al equipo con hambre y con ilusión. Yo ahora percibo bastante tranquilidad. Las cosas se han parado un poquito y ahora hay que echar a andar otra vez. Ayer tuve la oportunidad de hablar con Lovato y me transmitió paz y tranquilidad”.
Sobre el rival aseguraba que “si analizamos sus resultados, son muchos por la mínima. Está teniendo problemas para ver puerta. Es un equipo nuevo, ha cambiado el 80% de la plantilla. Intentan jugar al fútbol y si miramos donde están ellos, tenemos que mirar donde estamos nosotros”.