La primera parte no se caracterizó por contar con demasiadas ocasiones, parecía claro que ambos equipos se respetaban el uno al otro y estaban tanteando el terreno, sin querer arriesgar y centrados más en defender que atacar. El árbitro de la contienda tomó más protagonismo del necesario; mostró en el primer cuarto de hora tres tarjetas amarillas que hicieron bajar la intensidad a ambos conjuntos.
La segunda parte, sin embargo, fue más intensa y, sobre todo, polémica. Comenzó mejor el conjunto visitante y dispuso de una ocasión en un saque de esquina que no aprovechó. Minutos después, el árbitro volvió a ser protagonista al no pitar un penalti claro sobre Óscar García, que fue arrollado por la espalda cuando se quedaba solo frente a Nacho Zabal.
Tras el ecuador de la segunda mitad, los locales se estiraron en busca del gol que les diera la victoria. Fue en una jugada parecida a la anterior donde el árbitro volvió a perdonar una pena máxima sobre Óscar García, a pesar de que el juez de línea le indicó lo contrario. No contento con eso, amonestó al atacante leioaztarra, alegando que había simulado la caída, expulsándolo, ya que anteriormente había visto otra tarjeta amarilla.
Con el partido completamente roto y a la salida de un córner, Oier Luengo cabeceó un balón bombeado a la red de Iturrioz, que nada pudo hacer por salvar el gol. El encuentro no terminaría sin otra expulsión, de nuevo para el conjunto de Jon Ander Lambea. Aitor Córdoba vio la segunda tarjeta amarilla a un minuto del final, por protestar una decisión del árbitro. El encuentro concluyó con los aficionados que fueron a las instalaciones de Sarriena incrédulos por lo que habían visto en la segunda parte.
Tras esta derrota, el Leioa se queda en una zona tranquila de la tabla, a siete puntos del descenso a falta de jugarse la jornada dominical. Por si fuera poco, el Leioa no podrá contar para el próximo encuentro frente al Gernika en Sarriena con dos de sus pilares, expulsados en este partido.
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