Retumban los motores. Retumban las paredes. Grita la gente. Aguarda el desierto. El Rally Dakar 2018 celebrado en Perú, Bolivia y Argentina, que larga en Lima y cruza la bandera a cuadros en Córdoba está a punto de comenzar. La Odisea del Desierto está contando los segundos para que la batalla comience. La guerra por terminar y por vencer, el sueño de cumplir lo que un día inició Thierry Sabine. El Dakar, en definitiva.
El Rally Dakar tiene una leyenda conocida por todos, es la competición más dura del mundo. Arrancó hace cuatro décadas en África, donde se hizo un nombre y una historia. Y desde hace 9 años transita por territorio sudamericano. Curiosamente, ayer se cumplían 10 años del día en el que Ettiene Lavigne suspendía la edición 2008 que hubiese salido de Lisboa y terminado en el Lago Rosa.
Esta competición tiene nombres grabados es su historia. El Rey es Stéphane Peterhansel, que ha cruzado primero la línea de meta en 13 ocasiones. La última en la pasada edición. En 2017 compartió tal galardón con el británico Sam Sunderland, ganador en motos, con los rusos Nikolaev (camiones) y Kariakin (quads), y con el vencedor en UTV, Leandro Torres.
El otro nombre grabado en la leyenda es Thierry Sabine, que creó esta maravillosa locura y que le costó la vida en 1984. Precisamente, ese es el inconveniente de la carrera por el Tuareg. La peligrosidad y el pasado negro. El Dakar es y será una competición de alto riesgo.
2018
Esta edición tiene un recorrido diseñado por el Director Deportivo de la carrera. El 5 veces ganador a lomos de una KTM, Marc Coma. El catalán ha querido que vuelva a ser una aventura y se aleje de las críticas que afirmaban que el Dakar moderno era “una competición de World Rally Car“. Por fin ha podido hacer lo que él quería y convierte la carrera en una pesadilla en cuanto a navegación y estilo.
El recorrido pasa por 3 países. Primero por Perú, se largará desde el Pentagonito de San Borja situado en Lima. El país inca será el primer punto crítico de la carrera. Comenzaran en el desierto y serán unas especiales en las que se haga gran criba de pilotos en meta. El segundo lugar es Bolivia, donde la altura volverá a ser protagonista. Dañina para pilotos y mecánicas, y es donde la clasificación empezará a romperse. El Salar de Uyuni aguarda para volver a hacer estragos. Finalmente, la caravana llegará a Argentina, donde las pistas rotas y las dunas de Fiambalá serán las que decidan quien pisa el Centro Cívico de la ciudad de Córdoba, donde terminará la acción.
Para que la bandera a cuadros ondee queda mucho tiempo. Pero hay varios pilotos que quieren hacerlo en primera posición. Los llamados favoritos buscan que el Dakar de 2018 sea su entrada en la leyenda.
Motos
La categoría de las dos ruedas vive un duelo entre las marcas favoritas: KTM, HRC, Yamaha, Huqsvarna y Sherco El año pasado venció Sam Sunderland, que se aprovechó de la sanción al dominador de la carrera, Joan Barreda. Con él, subieron al podio Mathias Walkner y Gerard Farrés.
KTM llega como la Reina del Dakar moderno. Ha dominado todas las ediciones sudamericanas y vienen de firmar un triplete. Con la número 1 está Sam Sunderland, que se ha mostrado como el máximo favorito. Junto a él, el campeón en 2016, Toby Price y el subcampeón Mathias Walkner. Completan este All-Star de pilotos, el campeón de Enduro, Meo y la siempre combativa Laia Sanz, que busca un nuevo top ten.
Por parte de Honda las últimas horas han sido malas. Paulo Gonçalves causa baja por lesión y le sustituye el chileno Nacho Cornejo. Los japoneses confían todo a sus dos grandes bazas. Por un lado, Joan Barreda Bort, que es uno de los claros favoritos pese a venir de lesión, y por otro, el piloto argentino Kevin Benavides que seguramente proporcione un gran espectáculo.
Completando la nómina de favoritos está Yamaha, liderada por Adrien Van Beveren y Franco Caimi. Además, la Huqsvarna de Pablo Quintanilla. Y no hay que olvidarse de Joan Pedrero y su Sherco, y de las privadas, lideradas por Gerard Farrés y por el eslovaco Svitko.
Coches
Si las motos tienen un plantel increíble, los coches no se quedan atrás. Hay tres escuadras potentes que quieren ganar el Dakar a toda costa. Peugeot, que cierra la persiana, Toyota y Mini. La pasada edición fue para Moinseur Dakar Peterhansel que lideró un triplete de los franceses, cerrado por sus compañeros Loeb y Despres.
Los actuales ganadores se despiden de esta carrera. Aquí han labrado gran parte de su historia y han escrito grandes páginas de leyenda. La marca francesa tiene un equipo envidiable. Subidos a su 3008DKR tendremos a Peterhansel, Loeb, Sainz y Cyril Despres. Cualquiera de los cuatro puede vencer, aunque este año mete miedo lo que pueda hacer el 9 veces Campeón del Mundo de Rallyes, Sebastien Loeb.
A bordo de los Toyota tenemos a otros dos candidatos: Nasser Al-Attiyah y Giniel De Villiers. Por parte del catarí existen dudas con el coche, pero siempre ha hecho buenísimos resultados y su conducción no provoca dudas. Por parte de De Villiers la regularidad volverá a ser su bastión, ya que así consiguió vencer en 2009. Pese a este increíble equipo, no tienen todas consigo de poder conseguir arrebatar la victoria de tierras francesas.
Por último está Mini que estrena un nuevo modelo. Su nuevo buggy es la novedad y con él busca un gran resultado el finés Mikko Hirvonen. Por otro lado, Nani Roma regresa al equipo alemán. El Gigante de Folgueroles opta por no subirse al buggy y quiere que el clásico 4X4 pueda repetir lo que hizo en 2014.
Camiones, quads y UTV
La categoría de camiones vive un año extraño, pues una de sus grandes referencias históricas ha decidido no tomar parte de la competición. Gerard De Rooy este año no se subirá al Iveco, lo que provoca que Kamaz pueda respirar más tranquilo. Los rusos son los favoritos y el campeón Nikolaev y su compatriota Sotnikov buscan una nueva victoria. En Iveco el líder es el Coyote Villagra, mientras que en TATRA las miradas apuntan a Loprais.
En los cuadriciclos la carrera está muy abierta, y nombres como Kariakin, Sonik, Dutrie, Casale o González Ferioli son los máximos favoritos. Por parte de los UTV, la carrera es una incógnita y no hay un favorito claro. Muchos nombres y muchos frentes abiertos con los sidebyside.
Así llega todo al incio de la Odisea del motor. Así están las cosas antes de que larguen hacia Córdoba. A partir de ahora el sufrimiento, la velocidad, el desierto, los problemas y las alegrías, se agolparán. A partir de ahora todos nos acogemos a una frase: C’est le Dakar, patron.
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Imagen destacada: Autopista.es
@euge7llanes