El encuentro iba a enfrentar a dos equipos con dos situaciones muy distintas. Las ganas del ascenso vs la necesidad de recortar puntos por la salvación serían la clave y el comienzo diría mucho de quién estaba más tranquilo y con las ideas claras.
Desde que Arcediano hizo sonar el pitido de inicio, los jugadores de Álvaro Cervera saldrían con la quinta marcha metida y se notaría con llegadas constantes. Tanto sería el agobio al que se veían sometidos los blanquiverdes que, en el minuto 8, Álvaro García inauguraría el marcador tras conseguir quedarse solo ante Kieszek y conseguir superarlo sin problemas.
El gol gaditano hizo efecto en la plantilla cordobesista y, de repente, comenzaron a llegar a la portería de Cifuentes. Encabezado en todo momento por Sergi Guardiola, el Córdoba puso a prueba, en menos de dos minutos, en tres ocasiones al guardameta del Cádiz, quien no se achicó y supo sacar una buena parada en la única que fue entre los tres palos, tras una conexión entre Guardiola y Markovic.
A pesar de tener una mayor posesión los locales, el juego cogería un ritmo más tranquilo posteriormente. El inicio desenfrenado tal vez no era lo mejor para los cadistas, por lo que empezaron a buscar sus ocasiones con más tranquilidad, mientras que los jugadores de Jorge Romero trataban de defender cada ocasión y adueñarse del control del balón, pero no conseguían dar tres pases seguidos sin tener una gran presión.
Dominio blanquiverde, pero sentencia Álvaro García
La segunda mitad empezaría de una forma parecida. El Cádiz volvía a salir con más ganas que el Córdoba, pero la ocasión más clara sería para los blanquiverdes. En un tiro algo escorado de Jovanovic, Cifuentes tuvo que sacar una mano prodigiosa para evitar el 1-1 en el marcador.
Poco a poco los blanquiverdes iban adueñándose del esférico. El ritmo del partido lo marcaban ellos, pero la seguridad defensiva de los locales no les permitían circular el esférico con toda la rapidez que querían, por lo que esa posesión tampoco era realmente peligrosa para el marcador. De esta manera, los minutos iban pasando en el Carranza y el marcador seguía igual. Romero buscaría algo distinto a todo lo visto hasta ahora y le daría entrada a Waldo, un joven extremo del filial que sabía de primera mano el desborde y peligro que podía crear en su debut en Segunda División.
Pero tanto dominio sobre el balón no es suficiente a veces y el Cádiz sabría volver a aprovechar su ocasión. Una vez más, Álvaro García recibiría un pase que le dejaba solo ante Kieszek. El gol sería un copia y pega del primero, ya que regatearía a guardameta polaco y pondría el esférico en la red de la portería blanquiverde.
No por ello los blanquiverdes iban a bajar los brazos. Todo el potencial ofensivo que había sobre el césped se echaría arriba sobre a portería de Cifuentes, pero el capitán del Cádiz no pensaba permitirle a los blanquiverdes ni pensar en que un hipotético empate era posible. Por lo que, gracias a él, los amarillos conseguirían llegar al final del encuentro con un 2-0 en el marcador que les permitirá seguir luchando por el ascenso, mientras que al Córdoba lo hunde aún más.