Hay equipos que el parón de navidad les suele venir bien. Durante ese tiempo aclaran las ideas, ven cuáles han sido las cosas a mejorar y trabajan al máximo para no caer de nuevo en errores. Todo eso algunos lo consiguen plasmar sobre el césped pero no todos corren esa suerte, y uno de estos últimos está siendo el Córdoba B.
Ocho goles encajados en dos partidos
Tanto el encuentro contra el Extremadura UD como contra el Marbella FC han tenido una cosa en común. No es que hablemos de mantener la puerta a cero, es que en ambos encuentros el filial cordobesista ha sufrido verdaderamente cada vez que llegaba alguno de los dos rivales a su portería.
Con un 3-4 en el Nuevo Arcángel, rozando la heroica por un empate al final, y un 4-1 en el Municipal de Marbella, los jugadores de José María García han salido destrozados de ambos encuentros. Ya lo decía el técnico tras la derrota de este domingo: «Nos vamos bastante jodidos la verdad. El resultado es un poco engañoso«.
Y tal vez esas palabras plasmen realmente lo que está pasando. El Córdoba B juega bien y domina durante muchos momentos del partido, pero concede demasiado en las ocasiones que su rival se acerca a la portería blanquiverde. El técnico también declaraba posteriormente que cada vez que tiraban era gol, y tal vez no sea culpa ya ni de la defensa ni de los guardametas, ya que Alberto estuvo en la primera derrota bajo palos y Lavín en la segunda.
Esta semana los entrenamientos tendrán que ir más encaminados a trabajar la defensa pero, sobre todo, a subir la moral de un equipo que ha recibido dos grandes mazazos en este inicio de año y que poco a poco deja va perdiendo distancia con sus perseguidores por la salvación.