Kikanovic y el rebote ofensivo acaban con un aguerrido UCAM Murcia
Mónaco gana un partido con ambos equipos ya clasificados para octavos en el los dos conjuntos dejaron las pizarras a un lado y llevaron el encuentro al terreno de lo físico, donde los locales tuvieron ventaja al contar con una rotación más amplia y un Kikanovic muy efectivo bajo los aros.
UCAM Murcia se presentaba en la capital del principado sin los descartados Marco Lukovic ni Brad Oleson , que no viajaron con el equipo por descanso, tampoco Ovie Soko que tuvo que acudir al hospital por un proceso gripal, y un Clevin Hannah que fue duda hasta última hora por un virus estomacal. Con estas bajas y teniendo enfrente, al menos en cuanto a resultados, al mejor equipo de la Basketball Champions League, todo parecía ponerse muy oscuro desde el principio para los visitantes, aunque si por algo destaca el conjunto pimentonero es por su sacrificio y entrega.
El partido comenzó con ambos equipos bastante atascados en ataque y cometiendo muchos errores impropios, posiblemente por esa falta de tensión que, inconscientemente, te da el saber que estás clasificado y que lo “único” que te estás jugando es determinar tu puesto en el grupo. El duelo en la pintura parecía que iba a ser bastante interesante con un Kevin Tumba que tenía la difícil tarea de contener a los pívots locales.
Ante la falta de recursos ofensivos de ambos equipos, surgió la veteranía del internacional ucraniano y muy conocido en la Liga Endesa, Sergiy Gladyr, quien con dos triples consecutivos ponía la primera ventaja en el marcador para su equipo. Lo más destacable de este primer cuarto fue la vuelta del capitán murciano, José Ángel Antelo, quien volvía a las canchas tras casi seis meses parado después de romperse el tendón de Aquiles en un partido de pretemporada. Los jugadores de Mónaco aprovecharon su falta de rodaje para sacarle fuera de la zona y poder superar al gallego en velocidad. El equipo visitante, que no contaba con la potencia y determinación de Ovie Soko, cometió muchos errores en este cuarto, que acabaría con un marcador de 16-13.
Los líderes de ambos equipos se pusieron el mono de trabajo en el segundo cuarto. Por parte del conjunto local, emergió la figura del bosnio Kikanovic, quien se hizo amo y señor de la pintura con un partido casi inmaculado en el tiro – 9/10 en lanzamientos de 2 –. En UCAM Murcia, era Clevin Hannah el que otorgaba un poco de sentido al ataque dándole fluidez a la circulación, lo que auspiciaba dos triples consecutivos del brasileño Victor Benite, quien a la postre acabaría como máximo anotador del partido con 22 puntos pero del que UCAM Murcia necesita una regularidad que no está mostrando este año. Gladyr anotaba su tercer triple pero cometía justo después su tercera falta poco antes del descanso, provocada por un Kevin Tumba beneficiado con el rumbo que había tomado el partido, yendo al terreno de lo físico en detrimento de la táctica. Así, se llegaría al descanso con un marcador de 41-35 y quince pérdidas entre ambos equipos.
Tras el descanso, comenzó un vendaval del equipo local con Kikanovic percutiendo bajo los aros y Lacombe que martilleaba desde fuera para poner la máxima del encuentro (55-37 min. 26). Pero Benite no estaba dispuesto a caer de esta manera y anotaba dos triples consecutivos, el segundo de ellos, además, junto con una antideportiva pitada a Gladyr sobre Marcos Delía, que anotó los dos tiros libres. Charlon Kloof redondeaba la jugada con otro triple que poníaa un parcial de 0-11 para los murcianos. Pero Mónaco, con un dominio aplastante del rebote ofensivo – ¡cogió más rebotes ofensivos que Murcia defensivos! – enlazó un par de buenas acciones y llegó al último cuarto manteniendo la ventaja de quince puntos, 65-50.
Armisticio obligado
A pesar de que el conjunto de Ibón Navarro nunca bajó los brazos – llegó a ponerse dos veces a nueve en el marcador – el cansancio hizo mella en este último cuarto donde los jugadores pimentoneros veían impotentes cómo los locales les ganaban la partida en casi todos los rebotes, por lo que tuvo que firmar un armisticio que sería el mejor final hasta para un equipo tan aguerrido. Aun así, el equipo debe irse con la cabeza alta del principado, donde plantó cara al único equipo imbatido de todo el torneo a pesar de no contar con alguno de sus efectivos más importantes.
