El FC Barcelona recibía en su templo al siempre peleón Getafe tres días después de consumar su clasificación para la Final de la Copa del Rey y lo hacía con necesarias rotaciones. El colombiano Yerry Mina estrenaba titularidad en la zaga compartiendo eje con Digne. Una pareja de centrales inédita que cumplió aunque no sin conceder ocasiones al rival. Los azulones ya estuvieron a punto de empatarles en la primera de vuelta donde un gol salvador de Paulinho les privó de dicho éxito. En aquel partido se produjo la lesión de Dembélé y, la casualidad, el francés reapareció por segunda vez de nuevo ante el equipo madrileño sin demasiado acierto.
En la primera parte no ocurrió casi nada. Gran parte de culpa la tuvo el Getafe, despejando cualquier atisbo de acercamiento por su área y sin conceder ni un espacio a los azulgrana. Con un Messi apagado, Coutinho cohibido, Suárez fallón y Alcácer desubicado, el ataque del Barça era prácticamente nulo, lo que permitía a la defensa azulona -hoy de verde- asentarse firmemente y robar numerosos balones propicios para contragolpear. La ocasión más clara la tuvo Ángel con un disparo desde la frontal que se marchó a córner desviado por Yerry Mina. Antes, el asistente levantó la bandera erróneamente desactivando una jugada muy peligrosa para la portería de Ter Stegen.
El Barça lo intentaba con las ya típicas arrancadas de Sergi Roberto por banda pero ninguna de ellas terminaba haciéndole daño a conjunto visitante. Construía el juego con excesiva tranquilidad y bajo un ambiente adormecido que contrastaba con la fiereza que demostraban los jugadores del Getafe. Así se pasaron 45 minutos de complacencia y aburrimiento en los que no pasó casi nada y que animaba al cuadro azulón en su planteamiento. El guión del partido lo había escrito Bordalás, pero el pensamiento de cara a la segunda estaba en que el Barça fuera a reaccionar como se ha acostumbrado a hacer esta temporada.
Con la reanudación, al hecho de que el Barça seguía sin producir nada destacable se añadió que el Getafe se vino arriba, comenzó a presionar y a robar balones y gozó de varias oportunidades claras para haberse adelantado en el marcador. Rakitic y Busquets, que cumplía 300 partidos en Liga con el Barça, parecían vulnerables y se mostraban incómodos en la construcción. De nuevo Ángel, tras una pérdida en la salida de la defensa culé, tuvo en sus botas un pase que hubiera dejado a Portillo solo ante Ter Stegen pero su inercia le hizo chutar y el balón se fue fuera. Antunes, tras un saque desde la esquina, golpeó un balón desde la frontal que se marchó cerca del larguero. Pero la más clara la protagonizó Shibasaki. Contragolpe de libro de los hombres de Bordalás que provocó la duda de Ter Stegen en su salida y su consecuente resbalón, quedando la portería completamente vacía. Pero el japonés no golpeó bien a la pelota y el esférico se fue de nuevo fuera.
Valverde intentó reactivar a sus chicos, con notables muestras de cansancio, y dio salida a Iniesta y Dembélé. El manchego le puso otro ritmo a la melodía azulgrana, hasta ese momento muy monótona, y el francés intentó ponerle velocidad y desequilibrio al ataque barcelonista pero su falta de continuidad y precisión acabó preocupando a la afición culé. El Getafe cada vez se metía más atrás y defendía con nueve hombres en el área lo que hacía imposible penetrar en su rocosa disposición. La última bala que gastó Valverde fue Paulinho. El brasileño salió dispuesto a repetir su hazaña del choque disputado en el Coliseum pero apenas intervino en los minutos que estuvo. Las jugadas a balón parado se convirtieron en un inesperado camino para llegar a la meta de Guaita y el debutante Yerry Mina tuvo dos cabezazos muy claros para haber roto las tablas en el marcador. La última fue de Suárez, de nuevo tras remate con la cabeza, pero el portero valenciano exhibió facultades de gran portero y enterró cualquier opción de victoria para el Barça.
Se llegó al final con polémica por el escaso minutado que ofreció Fernández Borbalán a vista de las numerosas pérdidas de tiempo del Getafe. En cualquier caso, empate justo en un partido muy flojo del Barça que ve como se pincha el globo en el que estaba inmerso las últimas semanas y con el Atlético a 7 puntos. Esta vez Messi no pudo salvar a su equipo. El Getafe consigue lo que nadie había hecho en el Camp Nou desde el 19 de noviembre de 2016 en Liga cuando el Málaga dejó sin marcar al Barcelona.
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