Un ofuscado Alcoyano no pasa del empate ante el Formentera
Los blanquiazules no logran convertir su dominio en ocasiones y frenan su reacción
El Collao le pesa a un Alcoyano que ni marca ni gana en casa desde el pasado 5 noviembre. Los blanquiazules, pese a controlar de principio a fin el choque, no fueron capaces de generar claras ocasiones de gol ante un Formentera bien plantado defensivamente que, con el punto obtenido, logró romper su mala dinámica de cuatro derrotas consecutivas.
El Alcoyano volvió a mostrar su peor cara ante una afición ya resignada y que mira ya a la próxima temporada. Los números de campeón que registran los blanquiazules lejos de El Collao, como prueban los tres últimos triunfos consecutivos en los feudos del Hércules, Cornellà y Villarreal B, chocan con los paupérrimos registros que alcanzan los de Galiana ante su parroquia. Solamente dos victorias, cinco derrotas y, con el de hoy, cinco empates.
De inicio apostó el técnico murciano por mantener el bloque que asaltó el hasta la pasada jornada invicto feudo del Villarreal B. Solamente la incursión de Mario Arques en el once en sustitución de Ribelles en pro de un mayor control del esférico impidió que Galiana repitiese equipo. Al igual que en tierras castellonenses, tampoco formaron parte de la citación blanquiazul ni Gato ni Eldin, todavía renqueantes de molestias físicas. Y el cuadro deportivista notó sus ausencias en la parcela ofensiva.
Control inofensivo
El dominio del balón y del partido fue blanquiazul desde el advenimiento del choque. López Silva se erigió una vez más como protagonista a la hora de llevar la manija local y de sus botas surgió todo el fútbol de Deportivo. Pese a los continuos intentos del onubense, un Formentera bien resguardado en su campo dinamitó en línea de tres cuartos todas las acciones atacantes locales.
Pese a todo, fue el Alcoyano quien en la primera mitad gozó de ocasiones de relativo peligro. La primera de ellas la tuvo el joven delantero ecuatoriano Lino, que disparó lamiendo el palo tras conectar una pared con López Silva. Los únicos acercamientos por parte balear en el primer acto se limitan a un desviado disparo de Nando y a un centro blando que atrapó sin problemas Bañuz.
Ya en el tramo final del primer acto tuvo el Alcoyano dos nuevas opciones para adelantarse en el marcador. Tal vez la más clara estuvo en las botas de Tomás Ruso, pero el central valenciano se llenó de balón y envió a las nubes el esférico cuando se encontraba sin oposición en el interior del área. La última del primer acto la tuvo de nuevo Lino, pero su remate se marchó por arriba del larguero.
Mismo guion
La falta de velocidad y sorpresa del ataque blanquiazul volvió en inofensivo su control del partido. La tónica no cambió en la segunda mitad. El Alcoyano continuó siendo dueño y señor de la posesión del esférico pero no inquietaba la meta de Marcos, mero espectador del choque, al igual que su homólogo Bañuz.
En los compases centrales del segundo acto, el Formentera, muy defensivo hasta entonces, intentó desperezarse y lanzó dos zarpazos que inquietaron a la zaga blanquiazul y acentuaron el runrún en la grade de El Collao. Primero Gabi y más tarde Garmendia marraron sus oportunidades y evidenciaron los problemas que tienen los de Juan Arsenal de cara a la meta rival.
Trató Galiana, ya en el tramo final del encuentro, de reactivar a su equipo. Cambió el 5-4-1 inicial por un 4-4-2, con más presencia creativa en el centro del campo, más desborde y más rematadores. Pero ni con Poley, Nieto y Mariano sobre el césped fue capaz el Alcoyano de encontrar el camino a la meta de Marcos.
De hecho, el caudal ofensivo deportivista en el tramo final del choque se reduce a un disparo mordido de Barreda que atrapó Marcos sin problemas, un forzado remate de Mariano y un inocente disparo de un extenuado López Silva que tampoco causó problemas a la meta pitiusa. Con oficio y pérdidas de tiempo, el Formentera frenó una ya de por sí descafeinada intentona heroica local y el encuentro terminó, sin tiempo para más, con el marcador inicial.
La peor cara de un Alcoyano ofuscado y nuboso volvió a aparecer en El Collao ante una afición a caballo entre la resignación, el enfado y la incomprensión de cómo son capaces sus futbolistas de engrandecerse en los más complejos estadios del grupo y, por el contrario, empequeñecerse en su casa, hasta hace no mucho un bastión inexpugnable del que, en cambio, han volado esta temporada ya cinco derrotas y otras tantas igualadas.
El Formentera, por su parte, aunque sigue sin ver portería por quinto encuentro consecutivo, rompe su racha de cuatro partidos seguidos perdiendo. Si bien los resultados de la jornada le condenan a los puestos de descenso, los baleares tienen todavía un partido pendiente ante el Ontinyent que podría sacarlos de la cola de la tabla. El punto de El Collao podría ser su inflexión.
