Con un ojo mirando al cielo empezó el partido en O Vao. El temporal Félix amenazaba con complicar las condiciones del encuentro y del césped, encharcado por las lluvias, pero la urgencia y la necesidad de Coruxo y Pontevedra les hicieron luchar contra ese pequeño bache. En el minuto 33 se adelantaron los granates gracias al gol de Eder. Los visitantes salieron en la segunda parte a defender su renta, sin embargo en el minuto 85, Fer Beltrán empató el derbi.
Una final. Así afrontaron ambos equipos el partido, que empezó con muy poco juego, con muchas faltas y con pocos riesgos. El error no era una opción para ninguno, así que no podían fallar. El balón en largo fue el verdadero dominador en los primeros compases. El campo tenía tanta agua que hacía casi imposible la circulación del cuero.
Con el paso de los minutos los vigueses intentaron llevar el peso del partido. Los verdes atacaban más, pero no llegaban a generar ocasiones claras de gol. Fue en el minuto 21 cuando Silva probó por primera vez a Edu, y el meta del Pontevedra le ganó la partida al delantero. Apenas tres minutos después el atacante local lo intentó de nuevo, alzándose otra vez Edu como salvador de su equipo por partida doble, ya que también detuvo el tiro de Juampa, al que le había caído el rechace de la primera jugada.
En torno a la media hora de juego el Pontevedra empezó a dominar y a volcarse sobre el área rival, consiguiendo lo que más se cotizaba en O Vao: el gol. Eder, como buen 9, tenía la caña preparada para pescar el balón, muerto en el área pequeña, y mandarlo al fondo de la red. Se adelantaban los granates, poniendo contra las cuerdas al Coruxo.
El primero en avisar en la segunda mitad fue el equipo de Juamni. Mouriño remató en el área local, pero Alberto detuvo su disparo. El Pontevedra jugaba su partido, siempre que podía intentaba arañar segundos al tiempo. Viendo que sus jugadores no conseguían llegar a la portería de Edu con claridad, Rafa Sáez ordenaba el movimiento de jugadores: era el momento de meter más artillería.
A la hora de juego, Silva volvió a tener en sus botas la mejor ocasión de su equipo, pero una vez más Edu le ganó la partida. Los granates defendían con pies de plomo su ventaja y buscaban con contraataques intentar ampliarla. Pero en el 85 pasó lo contrario, el Coruxo volvió a igualar el partido. Fer Beltrán aprovechó un mal despeje de la defensa pontevedresa en el córner para batir a Edu.
Y ahí fue cuando el encuentro enloqueció. Sin un orden ni un juego claros, ambos equipos corrían de un lado para el otro con la portería rival como objetivo. Fueron los minutos más intensos del partido, sin embargo el marcador ya no se movió. Al final, empate que no aleja a ninguno de los dos del descenso, pero al menos siguen sumando para mantener las distancias.