Decía Anquela el pasado viernes que había un remedio claro contra la ‘enfermedad’ de no ganar. Ante el Granada, el Oviedo logró curarse, aunque solo sea un poco. Porque su técnico ya piensa más allá de lo visto ayer. En un día de celebración, el conjunto asturiano volvió a brindar un nuevo triunfo. Una victoria clave ante un rival directo. Tres puntos que aprietan más que nunca la zona de playoff de ascenso a Primera División. Porque LaLiga 1|2|3 tiene esto. Que actualmente estén luchando hasta once equipos por acceder a la élite del fútbol. Ahora, como decimos, el Oviedo ya piensa en el partido ante el Córdoba en El Nuevo Arcángel.
- Con Aarón arriba. Como veníamos contando a lo largo de la semana, Aarón Ñíguez fue el ´9´del Oviedo. Con una línea de tres formada por él, Saúl y Fabbrini, el ilicitano hizo las labores de delantero centro. Lo intentó de todas las formas posibles. Peleó cada balón que merodeó su zona de actuación, tiró muy buenos desmarques a la espalda de los centrales y buscó siempre encarar en velocidad. Le faltó el gol y estar más acertado en los metros finales, pero el partido de Ñíguez no fue nada malo.
- Mariga, Cotugno y la vuelta de Folch. Hasta cuatro novedades hubo en el once oviedista con respecto a Tenerife. Las más destacables son la de Cotugno en el sitio del sancionado Diegui, la vuelta Folch y la presencia de Mariga en el centro del campo. El carrilero estuvo bien en defensa. Le tocó bailar con la más fea, como se suele decir. Esto impidió que le viésemos más en la zona de ataque. El doble pivote era nuevo,con respecto a Tenerife. Folch volvió a ser el ancla, y el equipo lo notó. A su lado, Mariga. El keniata hizo un partido brillante. De menos a más. Jugó el balón con criterio y no rehuyó ningún choque. Ante el Granada, Anquela necesitaba músculo en la medular, y Mariga respondió a la perfección. La otra novedad fue la de Fabbrini, que hizo de Aarón.
- De menos a más. Al Oviedo le costó entrar en el partido. No estuvo cómodo durante el primer tercio de encuentro. Imprecisiones con el balón, sin ideas arriba y muy metidos en la parte de atrás. El gol visitante pareció despertar a los de Juan Antonio Anquela, que dieron un paso al frente. Al borde del descanso, Forlín puso el empate, y todo cambió. El Oviedo fue más protagonista en el segundo acto. Tuvo más ocasiones y supo sostener a un Granada que apenas tiró a puerta. El gol de Steven cerró de una vez por todas la mala racha de resultados.
- Steven. El canterano tuvo su debut soñado en el Tartiere. Saltó al césped con ganas de liquidar el encuentro, y no tardó nada en hacerlo. En concreto dos minutos. Los que le sirvieron para cazar su primer balón en el área y meterlo para adentro. Un gol de ‘9‘, de delantero centro puro. Su cara de felicidad lo decía todo al final del encuentro. Abrazado y felicitado por todos sus compañeros. Fue, además, el maestro de ceremonias al final del encuentro. Porque el ‘aplauso islandés’ estuvo comandado por él. Además, dejó muchos detalles de los que gustan en Oviedo. Corrió por todo el campo, peleó cada balón y no rehuyó ningún choque. Partido sensacional.
Cumpleaños feliz
- Aniversario igual a victoria. Desde la vuelta del Oviedo a la Liga de Fútbol Profesional ya han pasado tres años. Y en cada aniversario, los azules brindaron triunfos a sus seguidores. Ayer no iba a ser una excepción. Aunque no dejaron la puerta a cero, como en las anteriores ocasiones, sí demostraron ser un equipo que jamás deja de creer. Porque en la adversidad, perdiendo 0-1, con el playoff cada vez más lejos, los de Anquela reaccionaron. Y lo hicieron en forma de remontada, otra vez. Como contra el Lugo, Almería o Sporting. Los tres puntos volvieron a quedarse a en casa. Otro aniversario con final feliz.
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