El Bilbao Athletic continúa mostrándose muy sólido en su terreno de juego logrando la novena victoria consecutiva bajo el auspicio del viejo arco de San Mames. Un solitario gol de Asier Benito al cuarto de hora de partido fue suficiente para doblegar a un Barakaldo CF voluntarioso y así sumar tres importantes puntos en la pelea por el play-off de ascenso. El derbi careció de brillantez en el juego desplegado por ambas escuadras, pero esto fue suplido por la intensidad en las acciones y la incertidumbre del resultado hasta el pitido final.
Tras el respetuoso minuto de silencio guardado en la memoria de la recientemente fallecida madre del jugador gualdinegro, Jurgi Oteo, futbolista que por otra parte regresaba a la que fue su casa ya que perteneció a la entidad rojiblanca durante varias temporadas, el esférico comenzó a rodar.
Buen ambiente en las instalaciones de Lezama
Lezama presentaba una gran entrada, una de las mejores de la temporada, gran ambiente y colorido en las gradas propiciado el desplazamiento de un buen número de aficionados gualdinegros para apoyar a su equipo y por la mucha expectación por el partidazo que teníamos por delante.
Los minutos iniciales, fueron de tanteo, sin un dominador claro, con la posesión del cuero muy repartida y sin ocasiones reseñables. Una vez superados los nervios iniciales, los cachorros cogieron la manija del encuentro, llegando con claridad por los costados y logrando sacar algún centro lateral con la intención de poner a prueba a la zaga fabril.
Un chispazo de calidad de Iñigo Vicente desequilibró la balanza
Fruto de su mayor presencia en campo contrario los rojiblancos lograron encontrar un resquicio en la defensa visitante. Corría el minuto 15 cuando Iñigo Vicente recibió en el área y sacó un precioso y preciso centro con el exterior de su pierna derecha que Asier Benito solo tuvo que empujar a la red de la portería defendida por Irazustabarrrena.
Los de Gaizka Garitano se ponían en franquicia, prácticamente en la primera aproximación clara sobre la portería visitante haciendo gala de una gran pegada y dejando claro que el Barakaldo tenía mucho trabajo por delante si quería sacar algo positivo de Lezama. Gorka Guruzeta poco después pudo aumentar la renta, pero su latigazo se estrelló en el lateral de la portería visitante. Buenos minutos del filial rojiblanco ante un Baraka que no acababa de sacudirse la presión de los centrocampistas locales, propiciada por varias perdidas sobre todo de Baba que no les posibilitaban prodigarse por las inmediaciones de la portería defendida por Unai Simón.
Con el paso de los minutos los de Aitor Larrazabal lograron estirar sus líneas y realizar varias combinaciones de mérito en campo contrario. Jurgi Oteo uno de los más activos en el ataque foráneo se sacó sendos disparos sobre la meta defendida por Simón pero ambos salieron por encima del larguero.
A diez del final Sergio Buenacasa también lo intentó, pero el cancerbero rojiblanco atajó sin problemas. Los cachorros bien ordenados buscaban jugar a la contra. Guruzeta encontró espacio para progresar y asistió a Iñigo Vicente que obligo a lucirse a Txusta con su disparo desde la frontal, en la última acción destacable antes de la finalización del primer tiempo. Un Iñigo Vicente que llevaba varios minutos cojeando ostensiblemente y no pudo continuar, ocupando su lugar Muñoz para disputar el resto del encuentro.
El Barakaldo CF lo intentó sin acierto tras la reanudación
La segunda parte comenzó con contratiempo para los fabriles, a los cuatro minutos Rubén notó un pinchazo en los isquiotibiales y tuvo que ser sustituido por Xabi Galán. Los de Larrazabal salieron con más determinación llevando el peso del partido y aglutinando la posesión del esférico, las ocasiones brillaban por su ausencia, pero los cachorros no se encontraban cómodos.
Al cuarto de hora de la reanudación el míster visitante metió en el campo a Molinero en detrimento de Oteo buscando algo de frescura en los últimos metros, pero la zaga rojiblanca no daba síntomas de debilidad bien posicionada y avalada por la seguridad mostrada por el internacional sub-21 Unai Simón en todas sus intervenciones.
Los cachorros en una de sus escasas aproximaciones pudieron cerrar el duelo, en un balón que tras varios rebotes se estrelló en el larguero. El cansancio en ambas escuadras comenzó a aparecer, faltando lucidez y poca claridad en las acciones del partido.
El tramo final se jugó con más corazón que cabeza, siempre con mayor protagonismo para los de la margen izquierda que lo intentaban sin acierto. Molinero ya en tiempo de descuento llevó la intranquilidad a la grada de Lezama protagonizando un slalom hasta el corazón del área rojiblanca que la zaga local abortó no sin apuros. Todavía los gualdinegros dispusieron de una oportunidad más para igualar la contienda, en una falta frontal que Simón no logró blocar y tras varios rechaces con petición de penalti incluida por los visitantes lograron despejar en el mismo instante en el que el colegiado del encuentro decretó en final del partido.