Los Wizards certifican su clasificación matemática para Playoffs el día que vuelve Wall

Volvía John Wall a jugar un partido de baloncesto con los Washington Wizards después de 2 meses lesionado en su rodilla izquierda. Lo hacía delante de su público y los espectadores que acudieron al Capital One Arena disfrutaron de lo lindo con los 15 puntos y 14 asistencias del base.

Wall ocupó su puesto en el quinteto titular en detrimento de un Tomas Satoransky que ha cumplido con creces en la misión de sustituir al base de Kentucky. Pero Wall es Wall, y por algo es la gran estrella de este equipo. Tardó poco más de 1 minuto en anotar sus primeros puntos en el partido y lo hacía con un triple delante de Kemba Walwer. Toda una declaración de intenciones delante del máximo anotador histórico de los Charlotte Hornets.

Scott Brooks planteaba un partido defensivo hacia la estrella del equipo de Carolina del Norte. Walker estaba bien tapado y nunca podía encontrar fácilmente su gran arma como es el tiro. Kemba terminaría el partido con 7 puntos. El otro estilete del equipo, Dwight Howard, también tenía un duro trabajo con las dos torres de los Wizards, aunque en este apartado salieron victoriosos los pívots visitantes. Howard sumaría 22 puntos y 13 rebotes en el partido, y su suplente Willy Hernangómez 11 puntos y 9 rebotes en 17 minutos de juego.

Pero el juego local estaba enfocado a su pareja estrella. Wall y Beal, los jugadores más talentosos de estos Wizards se buscaban y daban espectáculo. Hasta 5 asistencias repartía Wall durante un primer cuarto que terminaba con una corta ventaja local por 3 puntos.
Los Hornets, gracias al empuje de Dwight Howard y a los puntos del novato Malik Monk conseguían ponerse por delante de forma momentánea. En el segundo parcial se vio el único bache de los locales, cosa que aprovecharon los chicos de Steve Clifford para marcharse con ventaja al descanso.

Pero esto resultaba ser un espejismo. Wall seguía jugando como si no se hubiera pasado 2 meses en el dique seco, y su equipo lo agradecía. La asistencia de Wall y “catch and shoot” de Beal, de Scott o de un sorprendente Otto Porter Jr. era lo más habitual en los ataques Wizards. Y decimos sorprendente a Porter porque el alero era duda hasta el último momento tras retirarse lesionado en el último partido frente a los Pistons pero que fue el máximo anotador del choque con 26 puntos además de capturar 11 rebotes. El tercer cuarto, toda una demostración de juego coral de los Wizards y 14 puntos de diferencia que ponían las cosas en su sitio.

Si la no clasificación de los Wizards para Playoffs ya dependía de una tremenda y rocambolesca carambola, los de la capital se encargaron de despejar cualquier duda. En el último cuarto, certificaban su victoria por 107 a 93 y sobre todo instalaban una sonrisa en su juego gracias a un Wall que jugó e hizo jugar a sus compañeros. Hasta 18 triples conseguían los Wizards gracias a una buena y fluida circulación de balón. Por parte Wizard, amén de Porter y Wall, destacaron los 22 puntos (6 triples) de Bradley Beal o los 15 de Mike Scott.

Ahora, sin la presión de la clasificación, los Wizards trataran de mejorar su 6ª posición en la tabla, cosa que les daría ventaja de campo en el primer cruce de Playoffs. De momento tienen delante a Pacers, Sixers y Cavaliers. Lo tienen complicado pero no imposible sobre todo tras ver el estado de forma en el que ha vuelto Wall.

Por su parte, los Hornets de Michael Jordan, darán por concluida su temporada jugando los 5 últimos partidos que le quedan de este curso sin opciones de clasificación.

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