Hacía falta algo así. Una victoria de esas que calmen las revueltas aguas que circulaban por Oviedo. Ayer, en Lugo, el equipo asturiano logró sumar un triunfo clave fuera de casa. Para reengancharse a esa lucha por la zona noble de la tabla. Una victoria muy importante. Sabedor de ello es Juan Antonio Anquela, que salió aliviado a la sala de prensa. En primer lugar, el técnico destacó que «hay que saber sufrir y competir hasta el último segundo».
En sus primeras palabras, el técnico explicó el cambio de sistema. Del habitual equipo de tres centrales se pasó a la defensa de cuatro. Para Anquela, el cambio «ha salido bien. Hicimos las cosas que se requieren. Fue un buen partido ante un buen rival y estuvimos sólidos. Sólo concedimos una ocasión ante un buen rival en una jugada bonita del Lugo. Es importante que sepamos mantener la puerta a cero». Sistema que, por otra parte, propició la aparición de una gran línea de mediapuntas. «Yo quiero más de los mediapuntas. Tienen más fútbol. Ya le dije a ellos: les saco para que ataquen y seamos un equipo con recursos», explicó.
Seguidamente, el técnico reconoció que la expulsión «condicionó el partido. Al Lugo le paso lo mismo que en su último partido en casa, pero aquella vez no perdió». Más tarde, el jienense añadió, en relación al ambiente oviedista en el estadio y la previa que «nosotros jugamos por nuestra afición porque son nuestro empuje y cada domingo dan una lección de amor a unos colores. Necesitábamos los puntos. Nos habíamos atascado en las últimas semanas, no íbamos ni para atrás ni para adelante. Nos costaba sumar. Hemos tenido la fortuna de algunas decisiones que han caído de nuestro lado».
Por último, Anquela concluyó que «no saber ganar es peor que perder. Debemos tener tranquilidad. Los jugadores lo saben. Sufrimos como perros porque aquí nadie regala nada».
El 1×1 del Oviedo en Lugo
- Alfonso Herrero. Aunque el Lugo inquietó más bien poco, el meta mostró una gran seguridad en todos los balones que merodearon su área.
- Cotugno. El cambio de sistema le favoreció. Con menos responsabilidad en ataque, se mostró muy sólido en la parte de atrás.
- Carlos Hernández. El central volvió a cuajar un gran partido. Sólido, rápido en los cruces y muy bien en los duelos aéreos.
- Forlín. Le tocó hacer de central y no de libre. Se manejó a la perfección.
- Christian Fernández. Fantástico partido en defensa y correcto en ataque, aunque no se le vio demasiado llegar a línea de fondo.
- Folch. Correcto como siempre. Dio equilibrio y jugó con criterio. Se le vio algo cansado en la segunda mitad.
- Mariga. Correcto en la primera parte, aunque sin mucha gasolina en la segunda mitad.
- Aarón Ñíguez. Lo intentó de todas las formas posibles, pero no tuvo su día. El Oviedo busca que vuelva a su mejor nivel.
- Fabbrini. Hace cosas distintas. Siempre se ofrece para pedirla al pie. Encara, desborda y es un auténtico peligro para las defensas rivales.
- Saúl Berjón. El mejor del partido una vez más. Siempre da el pase correcto. El Oviedo juega al ritmo que él marca.
- Toché. Le faltó el gol. Con la línea de mediapuntas por detrás se centró en lo que mejor sabe hacer: rematar.
Los cambios
- Johannesson. Entró para dar más profundidad a la banda derecha. Marcó uno de los goles más importantes en lo que va de temporada.
- Mossa. Entró para mantener el resultado. Le perjudicó el cambio de sistema.
- Rocha. Entró en los minutos finales. Apenas intervino.
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