El Real Madrid se estrella contra Kepa Arrizabalaga
Real Madrid y Athletic Club se vieron las caras en la jornada de entre semana en un partido donde los blancos se quedaron a las puertas de una nueva noche de remontada. Iñaki Williams adelantó pronto a los vascos y Cristiano Ronaldo empató en los albores de un partido donde brilló el guardameta rojiblanco.
Real Madrid y Athletic Club se enfrentaronn en la jornada 33 de La Liga en un encuentro donde ambos equipos viven situaciones contrarias en sus objetivos. Mientras los madrileños se preparan para las semifinales de la Champions League ante el Bayern de Munich tras haber entonando el renuncio a la competición local, los vascos deben seguir sumando para llegar a esa odisea que es clasificarse para la Europa League, y en un escenario donde no logra los tres puntos en las tres últimas temporadas.
Comenzó el Athletic Club con la presión muy alta, obligando al Real Madrid a jugársela en la salida de balón. El once de Zinedine Zidane, muy abierto con mucho fútbol en el medio campo, contra el once de José Ángel Ziganda, con dos stoppers en el pivote. Los ataques pasaban mucho por las bandas izquierdas, donde Cristiano Ronaldo e Íñigo Córdoba cogían protagonismo, aunque eran los blancos los que, tocando con calma, buscaban de manera más homogénea el gol en todas las zonas.
Los vascos no tenían miedo a tocar el balón cuando los madrileños se lo permitían, y de esa manera llegó la primera del partido para el Athletic Club, con un disparo de Mikel San José que despejó a córner Dani Carvajal. Y si amenazaba en el minuto 7 el equipo visitante, un minuto tardó el Real Madrid en meter el miedo en el cuerpo a los bilbaínos. El lateral derecho del equipo blanco centró maravillosamente bien desde la derecha al segundo palo a la altura del punto de penalti y Cristiano Ronaldo conectaba un gran cabezazo que acababa en el larguero.
Reaccionó el Real Madrid tras ese acercamiento del Athletic Club, y lo hacía con su pichichi, Cristiano Ronaldo. Pero, paradojas de la vida, cuando el escenario era propicio para los blancos, llegó el gol de los vascos en el minuto 13. Íñigo Córdoba filtraba un balón igual que le llegó antes a Mikel San José e Iñaki Williams anotaba con una vaselina perfecta y sobrepasaba a Keylor Navas para anotar su décimo gol en La Liga.
Tocaba aluvión blanco para intentar remontar el partido. Cristiano Ronaldo en el minuto 15 con un disparo raso a palo corto y Marcelo tras el despeje de un córner desde lejos y con un disparo fortísimo en el minuto 18 forzaban a Kepa Arrizabalaga a hacer paradones de rigor. Con esa volcada hacia la portería se empezaron a suceder los saques de esquina para el Real Madrid, como síntoma de la insistencia madridista.
Abrumaban los de Zinedine Zidane con la posesión, hasta el 65%, y con jugadores como Marco Asensio y Luka Modric obligados a crear juego para los suyos. El Real Madrid abusaba de los centros laterales, pues era muy complicado pasar de ese entramado de piernas que pusieron tanto los pivotes como los centrales.
Tras unos minutos de dominio sin efecto, Kepa Arrizabalaga se volvió a vestir de héroe. Toni Kroos sirvió una falta desde la banda izquierda y Raphael Varane conectó un gran cabezazo que exigió de nuevo al portero español. Esto provocó que el Athletic intentará estirarse y volviera a la presión, pero apenas duró tres minutos. Les tocaba esperar e intentar cazar un contraataque. Y de nuevo el guardameta del conjunto vasco evitó el empate, con un paradón a Marco Asensio, que se coló por la banda derecha y con un disparo raso intentó batir al portero. Y con esto se llegó al descanso, con el quiero y no puedo del Real Madrid.
Segunda parte
Arrancó la segunda parte tal y como comenzó la primera, con el Athletic Club buscando muy arriba al Real Madrid en la presión. La diferencia estaba en que los de Zinedine Zidane tomaron el control del esférico mucho antes. Las estiradas de los vascos eran más peligrosas que en la primera parte, el cansancio iba haciendo mella en los jugadores de ambos equipos.
Cambiaron las tornas del encuentro. Si comenzó dominando el balón el Real Madrid, a partir del minuto 52 lo comenzó a sobar con más ganas el Athletic Club. El dato es llamativo: del 70% de posesión en la primera parte al 49% en los primeros diez minutos de la segunda. Todo ello en un clima sin ocasiones para ambos equipos.
Despertó el partido cuando en el minuto 60 Cristiano Ronaldo pedía penalti por un derribo en el área que el árbitro no llegó a apreciar sancionable. Y luego llegó una grandísima ocasión para el Athletic Club. En el minuto 63, tras una serie de rebotes, Raúl García mandó un balón al travesaño con Keylor Navas vencido tras una jugada con varios tiros y despejes. La superioridad rojiblanca comenzaba a ser palpable ya que los blancos no llegaban con peligro.
Movió ficha Zinedine Zidane, obligado a darle un giro al partido. Por ello, en el minuto 69 retiró del campo a Karim Benzema y a Marco Asensio y dio entrada a Gareth Bale e Isco. Lo propio hizo justo un minuto después José Ángel Ziganda, que quitó del campo a Íñaki Córdoba para dar entrada a Iker Muniaín.
Con la entrada de Isco mejoró el Real Madrid. El malagueño le dio más juego y movilidad al equipo, que necesitaba un cambio si quería sacar algo del partido. Se empezó a estirar el equipo blanco, con dos oportunidades en dos minutos de la mano de Gareth Bale y Cristiano Ronaldo. Y, tras el minuto 75 de partido, llegó el asedio.
Partidazo mayúsculo de Unai Núñez e Iturraspe, protagonistas en cerrar la portería de un Kepa Arrizabalaga que lo detenía todo. Era necesario para detener a un Gareth Bale que era un dolor de muelas por las bandas y a un Isco que le dio otro aire al Real Madrid. El partido se convirtió en una guerra de asedio y contragolpes.
La prisa se instauró en el Real Madrid, y eso llevó al desorden táctico, donde el equipo de Zinedine Zidane se mueve como pez en el agua. En el minuto 86, tras un auténtico paradón de Kepa Arrizabalaga a Lucas Vázquez, Luka Modric recogía un rechace en la frontal y chutaba raso a puerta, Cristiano Ronaldo desviaba lo justo para batir al guardameta español y empatar el partido en el minuto 87.
Sonaban tambores de guerra en el Estadio Santiago Bernabéu, con el Real Madrid cerca de cerrar otra noche de remontada. Desde luego, las opciones las tuvo. Garet Bale dispuso de una falta en el lateral derecho del área que fue a las nubes y podía haber supuesto los tres puntos, pero no se consumó. El equipo blanco se topó con un buen Athletic Club y un buen Kepa Arrizabalaga.
Por @rcastillejo16.
