En esta ocasión, más que el himno del centenario del Arrebato, lo que fue coreado en las gradas del Viejo Nervión fue el nombre de Joaquín Caparros, quien acompañaba al presidente del Sevilla FC, José Castro, en el palco después de haber sido nombrado técnico del primer equipo hasta el final de la temporada tras la destitución de Montella. Aunque también se escuchó cánticos de «Pepe Castro dimisión» entre los asistentes al partido del filial sevillista.
El conjunto blanquirrojo, sabiendo lo que se jugaba en esta jornada, salió al campo a matar. Sin duda alguna, dominaron el primer tiempo casi al completo, aunque tuvieron muy difícil acercarse a la meta contraria porque el Alcorcón se había convertido en un muro amarillo difícil de franquear al estar metido atrás completamente.
Pese a ello, el conjunto de Tevenet tuvo tres claras ocasiones en esta primera parte más dos tiros a puerta desde fuera del área: uno de Cantalapiedra y otro de Carmona. La jugada en la que estuvo más cerca el gol ocurrió en el minuto diecinueve: Pozo dirigía el balón y centró al área chica donde se encontraba Gual entre dos defensas, siendo uno de éstos el que despejó el balón a saque de esquina.
Por su parte, el equipo madrileño también tuvo un tiro a puerta, llegando éste casi a finales del primer periodo del partido. Bruno Gama remató desde fuera del área tras una asistencia de Jon Errasti, pero el balón se marchó por encima de la portería de Soriano. Los de Velázquez han preferido estar atrás, aguantando el empate a cero durante los primeros cuarenta y cinco minutos, ya que a la portería contraria sólo han llegado en dos ocasiones.
Tras el descanso, ambos equipos chalen reenganchados al partido, incluso el Alcorcón que en la primera parte había estado más tiempo defendiendo que atacando el área rival. Tanto fue así que en tan sólo dos minutos tuvo tres ocasiones de abrir el luminoso a su favor: la primera fue un remate de Dorca; la segunda, otro remate de Nono; y la tercera, un remate más pero de Laure y proveniente de una contra.
Ninguno de los dos clubes marcaba y el juego cada vez se volvía más «peligroso». En dos minutos de diferencia, el colegiado del partido, Iñaki Vicandi Garrido, mostró dos cartulinas amarillas: a Carmona y a Errasti. Instantes después, el Sevilla Atlético volvería a tener una nueva (y clarísima) oportunidad para subir un tanto al marcador: el protagonista fue Cantalapiedra, que remató a portería y el esférico se paseó por delante de Casto sin que ninguno de sus compañeros terminara la jugada.
En los últimos diez minutos de partido, llegó el ansiado gol del filial sevillista que le permite soñar con la permanencia pese a estar de lo más complicada. Éste tuvo lugar en un saque de esquina y Lara (que había salido hace apenas unos minutos sustituyendo a Berrocal) se encontró con el balón de los pies que empujó para que entrara en la portería que defendía Casto.
A pesar del triunfo, los sevillanos dicen adiós virtualmente a la categorías. El Alcorcón empata a puntos, casualmente, con el Nàstic y se le escapa el Albacete a tres puntos de ventaja, además de tener a tres puntos la zona peligrosa de la tabla.
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