El Deportivo empata en el descuento y deja al Celta más lejos de Europa
Todo pintaba bien para el Celta. Maxi Gómez adelantaba a los celestes antes del cuarto de hora. Los vigueses dominaron al Deportivo, que lo intentaba pero no conseguía igualar el marcador. Hasta que aparecieron Lucas Pérez y Andone para poner las tablas
El Celta de Vigo tenía ganado el derbi gallego, pero apareció Lucas Pérez para aguarle la fiesta al eterno rival. Se adelantaron los celestes a los 13 minutos de partido con un gol de Maxi Gómez, su 15ª diana en esta Liga. Llevaron la voz cantante en el encuentro, pero el Deportivo de La Coruña iba a morir matando. Y así fue. En el 91 Lucas Pérez marcó para igualar el partido y darle una pequeña alegría a los deportivistas.
Animados por su afición y por enfrentarse al eterno rival, el Celta salió a morder. Su presión alta y la agresividad de sus jugadores dificultaban que los coruñeses estuvieran cómodos con el balón en los pies. Los herculinos se vieron ahogados por la gran salida celeste, que dominaron durante los primeros compases del encuentro.
Los vigueses llevaban la batuta del partido, le daban ritmo y empezaban a pisar con determinación el área visitante. Maxi Gómez fue el primero en rematar con peligro, pero su tiro se perdió por poco. Los locales encerraron a los blanquiazules en su campo. No les dejaban pasar del mediocampo, forzando errores o recuperando balones con su presión.
Y el gol llegó para el Celta. Un rechace de un disparo de Pione Sisto cayó en el borde del área pequeña deportivista, y Maxi Gómez metió la cabeza anticipándose a Rubén. Los herculinos seguían sin acercarse a la portería viguesa a pesar de que el Celta parecía que se había relajado un poco. Pero las apariencias engañan, y a punto estuvo Maxi Gómez de volver a marcar, sin embargo esta vez Rubén le ganó la partida al uruguayo.
Çolak empezó a reclamar el balón, y Adrián se sumó al turco. El Deportivo se acercaba más a la portería de Sergio, aunque no con mucho peligro. Hasta que apareció Guilherme con un disparo desde la frontal del área que obligó al meta celtiña a volar para evitar el empate.
A pesar de que el Deportivo había cogido protagonismo en el juego, fueron los de Unzué los que avisaron con más peligro. Pione Sisto le mandó un misil a Rubén, pero el meta deportivista reaccionó bien al tiro del danés. Los celestes seguían teniendo el mando del partido, aunque no llegaban a crear grandes ocasiones.
En el minuto 70 el colegiado anulaba un gol a Wass por fuera de juego. Fue lo más cerca que estuvo el Celta de hacer el segundo. Ya que no creaban peligro, los vigueses buscaron dormir el partido haciéndose con la posesión del esférico, pero a diez minutos para el final se llevaron un buen susto. Cabral estuvo a punto de marcar en propia, pero los reflejos de Sergio lo evitaron.
El Deportivo buscaba el empate con ganas, aunque no con mucho acierto. No tenían muchas ideas los herculinos, pero en el fútbol a veces solo hace falta una chispa. Y esa chispa llegó en el descuento. Guilherme la puso en el área viguesa, Andone se la dejó a Lucas Pérez, y el delantero gallego fusiló la meta de Sergio.
Balaídos vio como a su equipo se le escapó entre los dedos la victoria ante el eterno rival, ya descendido. El Celta no mató el partido, y el Deportivo tiró de garra y orgullo para igualar el marcador y alejar a los celestes de Europa.