Arrancaba el partido, y el Fuenlabrada se volcaba al ataque. Nada más sacar de centro, se dirigieron al área visitante, forzando la primera falta del partido cuando apenas había transcurrido medio minuto. Los jugadores de Eloy Jiménez presionaban arriba para incomodar a la Real Sociedad B, sabedores de lo bien que se desenvuelve el conjunto vasco con el esférico en sus pies.
Capilla fue el primero en pisar con peligro el área madrileña, pero su disparo se marchó desviado. Poco después respondía Dioni con un gran chut que se envenenó, pero Zubiaurre respondió bien y detuvo el balón. Sola se sumaba a la fiesta tras una gran jugada realista, pero su tiro no encontró portería por poco.
La Real B se replegaba en bloque para evitar las contras del equipo local. No solo su defensa estaba bien plantada atrás sino que los delanteros seguían intentando inaugurar el marcador. Olaizola probaba suerte, pero se topó con un Pol que detuvo su tiro. El filial txuri-urdin era el dueño y señor de la posesión, mientras que el Fuenlabrada juntaba más sus líneas para evitar que su rival encontrara huecos.
A los madrileños les costaba salir desde su campo, y llegar al área de Zubiaurre era más complicado aún.Los locales optaron por el pase en largo, y a punto estuvieron de sacar petróleo. Le Norman y Zubiaurre no se entendieron y el rebote de su despeje a punto estuvo de colarse en su portería.
Ya en la segunda mitad las cosas volvían a ser como al principio del partido. El Fuenlabrada adelantaba sus líneas de nuevo buscando recuperar pronto el esférico y complicar la salida del balón visitante. En el minuto 62 el filial blanquiazul tuvo una gran ocasión. La defensa local se complicó y a punto estuvo de colarse en su portería el balón.
Los banquillos empezaron a moverse buscando cada equipo esa chispa que le diera ventaja en el campo. En el 69 un balón muerto en el área donostiarra a punto estuvo de complicarse, pero la defensa vasca logró despejar el peligro. Conforme pasaban los minutos, el Fuenlabrada iba paso a paso creciendo. Se asociaba más, tenían más el esférico y llegaban más y con mayor peligro al área visitante.
En el 82 Hugo tuvo en sus botas la mejor ocasión de su equipo, pero Zubiaurre, atento, se estiró para evitar el tanto local. El filial txuri-urdin había perdido el domino en la posesión y en las ocasiones que tuvo en el primer acto. Jugadas aisladas, como la de Gorosabel rozando el 90, eran las que daban algo de vida a la Real B.
Con el pitido final, el empate justo entre dos equipos que llevaron el mando del equipo en cada parte deja la eliminatoria totalmente abierta. Zubieta será el escenario en el que uno de los dos conjuntos continúe en su camino hacia la división de plata.