Con el Numancia convertido en uno de los finalistas, así fue como concluyó la vuelta de play-off de ascenso a Primera División, que enfrentaba al Real Zaragoza y al Club Deportivo Numancia de Soria.
El peso del inicio del partido cayó en los hinchas del conjunto local, quienes desde las gradas se dedicaban a animar a su club para que éstos presionaran arriba y encontraran un hueco con el que poder sobrepasar al Numancia.
El juego de la primera parte de encuentro fue bastante tenso. El equipo visitante cerraba el camino del Zaragoza, dificultándole la tarea de acercarse a la meta rival, pues no sería hasta el minuto diecinueve cuando llegaría a la portería de Aitor Fernández, quien mandó el esférico a saque de esquina. Junto a esa ocasión, el conjunto de Natxo González tuvo dos más: un remate fallado por Eguaras desde fuera del área y otro al término del primer periodo, donde Toquero fue el protagonista.
Pese a dichas oportunidades de abrir el marcador a su favor, el Zaragoza no estaba enganchado en el partido. Su rival no le dejaba hacer nada y cubrían a Papu, para evitar que crearan juego interior. Por eso mismo, el centro del campo del equipo local estaba fracturado, al no estar bien ni por abajo ni por arriba.
El Numancia jugaba a hacer derribos permanentes a los jugadores contrarios, cortando de esa forma las escasas jugadas de peligros que lograban hacer. Dicha táctica se vio afectada cuando el colegiado del partido, Adrián Cordero Vega adscrito al comité cántabro, mostró dos cartulinas amarillas a dos jugadores del club: primero a Escassi y, después, a Elgezabal.
Cristián Álvarez, el guardameta del Real Zaragoza, evitó que fuera el Numancia quien se adelantara en el luminoso en la primera parte. Aunque, en una de las oportunidades de los de Jagoba Arrasate, fue el palo quien evitó el gol visitante. Fue Nacho, quien había entrado en el terreno de juego sustituyendo al lesionado Medina, quien remató con la derecha y mandó el esférico al poste izquierdo de la portería.
La segunda mitad comenzó con un renovado Zaragoza, pues a comienzos de ésta tuvo la primera oportunidad de este segundo periodo. Zapater remató con la derecha desde el lado derecho del área, asistido por Borja Iglesias, pero el balón se marchó fuera de portería. Como esta oportunidad, el equipo local tuvo cuatro más seguidas, siendo la última de ellas en el minuto cincuenta y nueve, con un remate fallado por Papu.
Tantos fallos no eran buenos y eso mismo demostró el Numancia tres minutos después de la última jugada peligrosa del Zaragoza. Iñigo Pérez remató con la izquierda desde fuera del área, asistido por Guillermo (que recién había entrado en el verde) y fusiló el lado derecho de la portería de Álvarez, que nada pudo hacer en esta ocasión para evitar el tanto de los de Soria.
Desde el gol, el Zaragoza comenzó a jugar con cierta desesperación, buscando meterse en el partido y volver a retomar el juego con el que había arrancado en esta segunda mitad del encuentro. Y lo hizo en el minuto setenta y nueve, empatando el encuentro gracias al gol de Mikel, que se encontró con el balón casi sin querer y remató con la derecha desde muy cerca del palo izquierdo de la meta.
En los últimos minutos de partido y tras el empate, el Zaragoza apenas pisó el campo rival debido al desgaste que había sufrido para conseguir el gol. Dejaron jugar al Numancia y así fue como, en el inicio del descuento, llegó el gol que les robaría el sueño de seguir luchando por ascender a Primera. Diamanka fue el héroe del equipo rival al conseguir dicho gol.
Y así terminó el partido, convirtiendo al sexto clasificado de la Liga 1|2|3 en finalista del play-off de ascenso a Primera División y provocando que el Real Zaragoza, que ha jugado una muy mala parte y que se ha dejado llevar por varios errores, vuelva a militar la temporada que viene en la categoría de plata del fútbol español.
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