La Copa del Mundo Rusia 2018 ha desencadenado una gran expectativa a nivel ecuménico. Los 850 millones de televidentes adicionales a través de dispositivos móviles, sumando un total de 3.800 millones de espectadores globales, son una muestra de la magnitud del evento que se desarrolla en tierras nórdicas.
En este contexto, Brasil y Costa Rica se enfrentaron en el marco de la segunda fecha del grupo “E”. Los ticos venían de una caída por la mínima diferencia frente a Serbia. La verdeamarela tuvo un debut frustrado por el empate cedido ante Suiza. Este hecho obligó a Tité a implementar su típico 4-3-3 con una estrategia más agresiva. Por su parte, el DT Ramírez planteó 4-5-1 con la finalidad de contrarrestar los embates canarinhos.
El partido se presentó como se lo había pensado en la previa. Los centroamericanos cerrando líneas para acortarle espacios a los brasileros. Por su parte los pentacampeones intentando generar espacios para tener opciones de marcar. La primera emoción del encuentro llegó tras rebote que cae sobre los pies de Gabriel Jesús. El brasilero remató y marcó, pero la jugada se anuló por fuera de juego claro. A partir de esta jugada Brasil empezó a presionar con mayor insistencia por el primer tanto, pero la defensa tica y la figura titánica de Keylor Navas impidió su comedido.
Para la segunda etapa Tité ordenó la salida de William (de bajo nivel), por el ingreso de Costa. Con el cambio se ganó en penetración por la banda derecha lo que originó jugadas evidentes de gol. Esta presión provocó se pite un penalti por supuesta falta contra Neymar, pero el VAR ofertó al árbitro la posibilidad de retroceder y pitar indirecto a favor de los ticos.
Fue hasta el minuto 91 en el que Coutinho aprovechó una pelota perdida en el área y puso la primera entre las piernas de Navas.
Parecía que el partido culminaría con la ventaja mínima, pero Neymar tenía otros planes. Al minuto 96 el astro brasilero logró definir una magnífica asistencia de Costa.
Con este resultado Brasil queda primera en el grupo, a espera del segundo encuentro entre serbios y suizos. Una victoria sufrida, pero que al final se concreta para Brasil por poseer individualidades de gran valor.
