El Sporting comienza hoy su segunda semana de pretemporada. Lo hace aún con muchas incógnitas en su plantilla, pues son varias las incorporaciones que el club rojiblanco aún debe efectuar en el mercado. Unas incorporaciones que Rubén Baraja ha cuantificado y cualificado.
El preparador sportinguista así lo desveló en una entrevista en el diario El Comercio. En dicha entrevista el vallisoletano reclamó que aún quedan entre cinco y seis refuerzos como mínimo por llegar al Sporting. Las peticiones son claras: un lateral izquierdo; un extremo zurdo, un mediapunta y dos o tres delanteros.
Con las incorporaciones de Molinero, André Sousa y André Geraldes, el Sporting solucionó tres de sus necesidades en este mercado. Pero faltan varias por cubrir y Baraja lo sabe. No tiene prisa el entrenador, ni tampoco el director deportivo Miguel Torrecilla. Ambos son sabedores de la necesidad de acertar para que la plantilla tenga más poso y fondo de armario que la pasada temporada. A esa falta de profundidad y competitividad es a la que el vallisoletano achaca muchos de los males del tramo final que convirtió en añicos las posibilidades de ascenso.
La parcela ofensiva es la que más atención de los técnicos conlleva. El Sporting se encuentra sin ningún delantero puro en plantilla y requiere de cerrar algún refuerzo lo antes posible. Baraja quiere tres jugadores para esa posición, pero con perfiles diferentes entre sí. Para la mediapunta el deseo es muy claro. En Mareo ansían el regreso de Rubén García una vez el valenciano pueda desvincularse del Levante, donde no cuenta para Paco López. Por último, el vallisoletano quiere una nueva banda izquierda. Un lateral, de un perfil más ofensivo que compita con Canella, y un extremo que permita abrir más el campo.
Si se acometen las incorporaciones deseadas por Baraja para su segundo año en el Sporting, el número total de fichajes se iría hasta nueve. Sería la cifra de incorporaciones más baja desde hace tres temporadas, cuando el Sporting solo acometió cuatro incorporaciones en verano. Cifra debida en gran parte a las restricciones que LaLiga le impuso al club rojiblanco por incumplir las normas del control económico en años anteriores.
Pero podrían ser más de seis los que llegasen
Seis es el número de refuerzos que Baraja demanda para su segundo año en el Sporting. Pero esas incorporaciones podrían aumentar si hubiese salidas no programadas. El club rojiblanco ha dado vía libre a Rachid y a Pablo Pérez para que se busquen equipo. Mismo caso parece ser el de Babin, aunque con el central francés, que todo indica es del gusto de Baraja, hay más dudas.
Pero esas salidas están previstas y las que podrían provocar nuevos refuerzos serían las no contempladas. Y aquí surgen principalmente dos nombres: Barba y Sergio Álvarez. El central italiano tiene una cláusula de tres millones de euros. Un montante bajo para un central que ha realizado un año notabilísimo en su debut en España. El transalpino tiene cartel en Italia y para un equipo de la Serie A un desembolso de tres millones no sería elevado. En caso de se produjese su salida el Sporting se vería obligado a incorporar otro central. El argentino Luciano Lollo, de River Plate, es uno de los nombres que encabezan la lista de Miguel Torrecilla para ese puesto.
El otro nombre propio es el del centrocampista avilesino. Su cláusula es de seis millones y el propio jugador parece habría pedido al club negociar una salida. El Eibar está muy interesado en su contratación, pero no en los términos económicos que parece solicitaría el conjunto gijonés por acceder a su marcha. Su salida dejaría un hueco enorme, no solo en la plantilla al tratarse de un pilar básico para Baraja. Sino también en la afición, ya que pocos jugadores son más queridos que Sergio Álvarez entre el sportinguismo. Cubrir ese hueco sería necesario con otra incorporación para la plantilla. Aunque entre la afición sea un hueco prácticamente imposible de subsanar.