Manchester gana, pero el Madrid del futuro juega a ritmo de rock duro

El Real Madrid ya se ha estrenado en la pretemporada 2018/19. El conjunto de Lopetegui, plagado de jóvenes, disputó la madrugada del martes al miércoles en el Hard Rock Stadium de Miami el primer encuentro de su gira norteamericana contra el ManU de José Mourinho, que se acabó llevando la victoria con tantos de Alexis Sánchez y Ander Herrera.

Los ‘red devils’ se llevaron este choque, esta puesta en escena, por dos tantos a uno; sin embargo, las sensaciones del equipo inglés fueron bastante pobres, dominados en todo momento por un Real Madrid lleno de jugadores de categoría juvenil. El juego de Mourinho sigue siendo el mismo: férrea defensa, poco toque de balón -que equivale a poco riesgo- y salida rápida a la contra. Una vez más el resultado acaba siendo el positivo al finalizar los 90 minutos. En el 18 fue el chileno Alexis Sánchez quien culminó con un remate raso cruzado, y en el 27 fue el bilbaíno Ander Herrera el que finalizó de manera excelente una contra que capitanearon Alexis y Mata.

La joven defensa merengue pecó. Poco experimentados todavía, muy flojos al choque, la espalda muy descuidada y mucha permisividad para que montasen las contras; además del hecho de enfrentarse a un equipo de más edad y experiencia, y con más rodaje en la temporada de verano. Todo esto durante los primeros 30 minutos, hasta el parón para retomar fuerzas que se está imponiendo los últimos años. Tras el primer tercio el partido fue un monólogo absoluto con repeticiones constantes: buen juego del Madrid, buenas conjugaciones entre los jóvenes, tiralíneas por banda a Vinicius Jr. y Odriozola; pero siempre con el mismo rendimiento: un muro capitaneado por Eric Bailly.

Excepto en el último minuto del descuento de la primera parte, en el que el también capitán Karim Benzema estrenaba el casillero goleador del equipo rematando en boca de gol un centro de Theo Hernández desde la banda izquierda.

Tuvo otro minutos antes Benzema gracias a un pase excepcional de Álvaro Odriozola. El donostiarra no paró de explotar sus virtudes durante los minutos que estuvo en la cancha, dando rienda suelta a su velocidad imparable, que aunado a su desborde y regate le convierten en una amenaza abismal.

Al igual que otro que se estrenaba con la camiseta blanca: Vinicius Jr. El extremo brasileño era la gran imagen del partido, la figura que todo el madridismo quería ver, y a nadie extraña el porqué, ya que el encuentro que ha firmado ha sido magnífico. Apenas ha cometido fallos en los pases cortos y centros, todas las decisiones que tomaba para subir la banda eran acertadas, se apoyaban recíprocamente él y Ceballos con resultados muy esperanzadores, y ha contado con la confianza de Julen para salir de titular y exponer su juego sin tapujos. Gran estreno, gran expectación y gran porvenir en Chamartín, de donde parece que no saldrá por ahora.

La segunda parte sólo valió para ver cómo algunos de los juveniles dejaban sus sellos, cómo algunos de los mundialistas empezaban a rodar y cómo Odegaard, Lunin y R.D.T. pisaban el terreno de juego ante la atenta mirada del equipo técnico, que sigue dando vueltas a su futuro este año en el Real Madrid.

Estos partidos sólo se valen de sensaciones, y ahí se ha llevado la palma Julen Lopetegui. Acertó con los minutos depositados en los ya mencionados -sobre todo en Ceballos, que pareció un Isco con mucha más electricidad-, y pudo empezar a ilusionar a la afición. El siguiente partido en esta International Champions Cup será contra la Roma en la madrugada del miércoles al jueves, veremos si con la primera victoria.

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