Este fin de semana La Liga abre su veda y una temporada nueva nos espera. 17 equipos del año pasado, más los 3 que acudieron desde la Segunda División, pelearán por lograr sus respectivos objetivos y, de ser posible, por algo más. Entre esos equipos se encuentran un clásico como el Athletic Club y uno no tan clásico como el Club Deportivo Leganés, pero que ya se ha convertido en uno de los equipos más respetables, ganándose el estatus de habitual debido a su buen rendimiento tanto en liga como en copa.
El Athletic llega con un nuevo proyecto tras el fracaso del anterior. En la nefasta temporada pasada el equipo entrenado por José Ángel Ziganda sufrió varapalo tras varapalo en todas las competiciones que disputo, con un rendimiento muy irregular tanto en la liga, como en la copa y la UEFA Europa League.
Para tratar de evitar algo así, se contrató a un entrenador capacitado y con experiencia como lo es Eduardo Berizzo. El míster argentino tratará de tomar el timón de una plantilla que, a pesar de la marcha de Kepa, se ha reforzado con otros fichajes entre los que destaca Yuri, que apunta a ser uno de los jugadores clave del equipo.
Por su parte, el Leganés afronta su tercera temporada en Primera División con la misma ilusión que en las dos anteriores. De mantener la tónica que lleva haciendo desde hace años, de mejora constante, podría aspirar a la tranquilidad sin ningún tipo de aprieto.
La marcha de Asier Garitano es un cambio fuerte en el equipo, ya que todos sus éxitos recientes llegaron de la mano del entrenador vasco, ahora dueño del banquillo de la Real Sociedad. Además la pérdida de un jugador de equipo como lo era Martín Mantovani también puede afectar al vestuario, pero las ilusionantes incorporaciones de Rolán, En-Nesyri y el ex-Athletic Mikel Vesga, pretenden aplacar el efecto negativo de ambas pérdidas.
Ambos equipos buscan mejorar, empezando por el partido de este lunes a la noche que se disputará en la Catedral. La parroquia bilbaína, en plena fiesta por la Aste Nagusia de Bilbao, acogerá el debut liguero de su equipo con la intención de que se convierta en una fiesta más. Una fiesta para ambos equipos, que abrirán un nuevo capítulo en la mayor competición nacional, un nuevo capítulo para dos equipos que afrontarán una nueva temporada con una mayor exigencia que en la anterior.