El oficio hace de las suyas

Han pasado dieciséis años desde que la Comunidad de Extremadura no presencia en primera persona un partido de la Liga de fútbol profesional. Muchos han sido los años que ha tenido que esperar el pueblo extremeño para que, desde aquellos años gozosos que le brindaron Badajoz, Mérida y Extremadura, los habitantes regionales puedan volver a sentirse parte viva y activa del fútbol profesional.

Es por ello por lo que durante toda la semana, la ciudad de Almendralejo llevaba aguardando con especial impaciencia esta cita. Nada ni nadie podía impedir que así se viviese. Ni siquiera los problemas que el equipo local atraviesa en la confección final de la plantilla (debido a las dificultades que están existiendo para dar salida a integrantes de la temporada pasada), ni los problemas que ha sufrido el terreno de juego como fruto de hongos en el césped, podían impedir que la Ciudad de la Cordialidad, tal y como reza el himno “se vistiese de fiesta”.

A diferencia de lo sucedido en el partido ante el Real Oviedo, el Extremadura salió desde el inicio sin complejo alguno. Mucho que ver en ello tuvo el aliento incansable que desde el principio tuvo la hinchada local para con los suyos. Con un equipo radicalmente distinto, debido a cuestiones relativas al fair play financiero, los locales salieron de inicio con sus dos puntas estrellas: Enric y Renella. También hubo cambios en la medular, donde Fausto Tienza, tras superar sus dolencias, formó parte del equipo titular junto con Alex Barrera, el héroe de Oviedo. Por parte del Depor, las bajas de Krohn y Fede, hicieron que éstos viesen alterado también su once inicial.

El partido comenzó con un Extremadura que buscaba más, basando su estrategia ofensiva en las posibilidades de fútbol directo que su once le permitía. La velocidad de sus laterales y de Valverde, unida a la calidad en la pegada de Kike, hizo que los de Almendralejo saliesen con la clara intención de buscar por estos medios a sus dos puntas. El equipo gallego arrancó con mucho respeto, pero con un equipo perfectamente plantado a nivel táctico. La figura de Mosquera fue el eje donde cobró sentido el buen hacer de los visitantes. Junto a él, destacó la presencia de Vicente Gómez, quien se mostró muy activo durante la primera mitad y trató de llevar la iniciativa de los suyos.

El Extremadura dominó, con mucha claridad, dos fases de la primera parte. Tales fueron los primeros minutos (ya en el segundo minuto de partido dispusieron de un córner), así como la franja temporal comprendida desde el minuto 30 hasta poco antes del final de la primera mitad. El Depor llevo el control del partido en muchas fases, pero su mayor control no se tradujo en ocasiones evidentes. La banda izquierda fue el lugar donde más oportunidades encontraron, y en errores de concentración de Djaló. En cambio, las de los azulgranas, sí que fueron más claras. Especial peligro tuvo un tiro cruzado de Enric en el 31, quien aprovechó una concesión muy torpe de un defensor coruñés, que finalmente desvió a córner Dani Giménez. Así, en tablas en el marcador, llegamos al descanso.

Sin embargo; a pesar de la buena imagen mostrada por los extremeños, el inicio de la segunda parte arrancó con el gol de Quique para los visitantes en el minuto 4. Salieron los locales dormidos, al contrario que los visitantes, quienes, en un alarde de inteligencia, demostrando la enorme calidad de sus atacantes, anotaron el primero de la noche. Los minutos posteriores al gol fueron de dominio absoluto de los blanquiazules. El Extremadura, lejos de buscar seguir con su plan inicial, se mostró muy venido abajo y dubitativo. Sabas trató de remediar esta situación dando entrada en el campo a Capel y  Boja Granero en el minuto 63. Cercanos al minuto 70, Borja Valle desaprovechó una oportunidad clarísima que, probablemente, hubiese sentenciado el encuentro.

Tuvo que esperar la afición local hasta el minuto 72 para ver el primer acercamiento de su equipo a la portería contrario. En esta ocasión fue Renella el que remató un centro lateral de Kike Márquez. Entró entonces el partido en una fase de ida y vuelta en la que el Extremadura dispuso de varios córners, así como de otra ocasión muy clara de Renella. El Depor ganó muchísima verticalidad con la entrada de Didier. A partir del minuto 75 los locales insistieron mucho y generaron más peligro. A pesar de ello los gallegos no dejaron de tener las suyas.

Finalmente, sirvió el gol de Quique para darles a los visitantes la primera victoria de la temporada. Los azulgranas tendrán que esperar a la próxima jornada para volver a intentar sumar sus tres primeros puntos.