Volvió el fútbol a Alicante, con lo que todo ello conlleva: ilusiones renovadas, una afición entregada, jugadores con hambre… un sinfín de sensaciones que se experimentan con el paso de las temporadas, pero que cobran su máxima fuerza en el comienzo.
| Hércules CF | 2 | 1 | Ontinyent CF |
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Desde los primeros minutos se pudo ver como un equipo, el Hércules, quería llevar el peso del partido. Presión alta, ahogando al Ontinyent y controlando el esférico, con unas bandas que estaban siendo letales. Poco tardó en llegar el primer gol, que no fue válido por posición adelantada, pero que ya levantaba a la afición de sus asientos.
Escasos minutos más tarde se pondrían por delante los blanquiazules. Apareció José Fran en segunda instancia, para aprovechar un rechace y enviar el balón al fondo de las mallas. A pesar de que los locales ya estaban por delante, el conjunto valenciano no era capaz de dar un paso al frente y llevar el control, eso sí, ahora el balón estaba más disputado, lo que permitía que se abriesen espacios, haciendo que el partido se rompiese por momentos.
En el meridiano de la primera parte, José Fran volvió a tener el gol en sus botas, con un mano a mano que Craviotto logró salvar. Poco más tarde, un dudoso penalti, haría que el Ontinyent pusiese las tablas en el marcador. Sería David Torres, ex jugador del Hércules, el encargado de transformarlo.
Fue entonces, cuando el equipo blanquiazul, en vez de bajar los brazos, siguió peleando como lo estaba haciendo y creando peligro constantemente. Así se llegaría al descanso, con empate a 1 y con un partido en el que estaba todo por decidir.
Empezaba la segunda parte, en la que se demostró que la zaga defensiva del Ontinyent estaba preparada para cualquier reto. Una solidez envidiable, que privaba a los alicantinos de distanciarse. La insistencia era cada vez mayor y en el 79 el colegiado volvía a anular un gol a los locales.
Hasta que en el 90, con el equipo volcado llegó Juli para dar los primeros tres puntos al Hércules y dejar al Ontinyent muy tocado, tras haber conseguido aguantar durante prácticamente los noventa minutos con el empate.