La Copa Libertadores de América ha sido históricamente escenario para las gestas más representativas en el fútbol sudamericano. Lo ocurrido anoche en la Arena de Porto Alegre es una de las tantas fabulosas historias del fútbol nostálgico. Una noche de octavos de final de la Libertadores, concluyó con el drama y emoción de los tiros penaltis.
Y es que el dicho “nunca des por muerto a un campeón” tiene plena vigencia y se reeditó con Gremio. El actual campeón de la Libertadores abrió el marcador al ‘6 tras jugada de Everton. El delantero local definió por sobre Andújar una exquisita asistencia de Jael, embriagando a la torcida brasilera con el primer sorbo de cuartos de final. No obstante, los rioplatenses tienen estirpe copera y empató de inmediato a través de Tití Rodríguez que aprovechó una dubitación en la marca de Geromel y marcó la paridad.
A partir del gol, el Gremio se abalanzó sobre el pincharrata, monopolizando la pelota y el campo. Producto del asfixiante dominio creó innumerables acciones de gol ahogadas por Andújar. El dominio local obtuvo un 81 % de posesión durante el primer tiempo, sometiendo por completo a los argentinos. Sin embargo, los titanes pactaron el 1-1 al descanso.
SEGUNDO TIEMPO
Para la segunda etapa Renato Gaúcho ordenó el relevo de Ramiro por Alisson. El cambio generó mayores opciones por la gran movilidad característica del extremo brasilero. La presión local se incrementó con el desarrollo de la segunda parte, y fue hasta el ’92, cuando Alisson desvió un tiro libre corto y anotó la segunda de manera agónica.
La anotación sentenciaba la llave a través del cobro de los penaltis. Empezó cobrando el equipo local que acertó todos sus remates. Maicon, Everton, Jael, Alisson y André ejecutaron para el tricolor. Por su parte Benítez dispuso a Rodríguez, Noguera, Luguercio y Campi, siendo este último quien erró el segundo penalti para el pincharrata.
Gremio enfrentará en cuartos de final al Atlético Tucumán que a su vez eliminó al Atlético Nacional de Medellín. El equipo tricolor demostró su valía y experiencia copera. Sufrió mucho y anotó lo necesario para llevar la llave a penaltis, pero al final, se quedó con el pase a cuartos de final. El Gremio de Renato Gaúcho institucionalizó la frase: “nunca des por muerto a un campeón”.