Por la sexta fecha de la Premier League se enfrentaban en el Emirates Stadium el Arsenal de Unai Emery y el Everton de Marco Silva. Ambas escuadras en el sector medio de la tala con expectativas de triunfo para intentar prenderse al pelotón de arriba.
El director técnico español abrió con su típico y cada vez más asentado 4-2-3-1. Con la novedad de Torreira como pivote al lado de Xhaka, arriba Lacazette abastecido por el talento de Ozil, Ramsey y Aubameyang. Por su parte Marco Silva dispuso un sistema calcado, con Davies y Gueye como volantes centrales, arriba Lewin apoyado por tres talentosos volantes: Walcott, Sigurdsson y Richarlison.
El partido transcurrió con dominio total de los gunners en el primer tiempo. Fútbol de elaboración y precisión antecedieron un mayor volumen de juego evidenciado en la posesión de pelota (67-33%). El Arsenal recuperaba el balón en el primer tercio de posesión rival. Se fundamentó en la presión y mayoría numérica. La posesión, que usualmente requiere de espacios para superar al rival, tuvo como artífices a Monreal y Bellerín. Ambos laterales incursionaron permanentemente ensanchando la cancha y generando espacios para descentralizar el flujo por donde pretendió llevar el peso del partido Silva: por el centro del campo.
Por el centro lo esperaba una trinchera conformada por Davies, Gueye; Walcott, Sigurdsson y Richarlison. Estos dos últimos tuvieron como misión obstaculizar la raya y bloquear las trepadas de los laterales rivales. El primer tiempo transcurrió entre la superioridad gunner y las escapadas de la visita. No obstante, los gunners no lograron cristalizar todo el volumen futbolístico en jugadas de peligro. Los contragolpes del Everton en más de una ocasión llevaron peligro a la puerta local, pero encontraron en su camino las buenas atajadas de Cech y la propia incapacidad de los ofensivos al definir. De hecho, el Everton contó con las mejores opciones para anotar, pero todas las jugadas terminaron frustradas.
Para la segunda etapa el partido continuó igual, hasta que en el mejor momento del Everton llegaron las anotaciones gunners. Al minuto 56 una habilitación sobre la izquierda de Ramsey contó con una definición a la escuadra de Lacazette, marcando la primera del encuentro. La volada de Pickford solo engalanó el golazo del francés que llegaba a su segundo tanto personal en la Premier. Tras el gol, la visita se abalanzó con todo en búsqueda del empate, lo que representó el combustible para el segundo gol. Una contra administrada por Ozil que recurrió a Ramsey por el centro y éste abrió a la izquierda donde Aubameyang ejecutó la anotación definitiva. Mucha controversia en esta jugada por el escandaloso fuera de lugar del gabonés. Sin embargo, el gol subió al marcador y el partido quedaba liquidado
El Arsenal jugó a lo suyo, un plan hecho con presión táctica y volumen de juego. Los gunners no fueron claros ni pelotearon a su rival, pero marcaron los goles en el momento justo, presumiendo de una jerarquía hasta ahora novedosa. Los cañoneros fueron eficaces cuan ingeniero y su edificación, cuan asesino que tiene solo tres minutos para matar.
