Los primeros minutos del encuentro arrancaron con un Castilla superior a sus rivales. El equipo de Solari, en plena racha brillante de resultados, saltó al terreno de juego con la idea de sorprender rápidamente al Inter Madrid. Cristo, con un disparo al palo tras diblar al portero en el área pequeña, a punto estaría de colocar el primero del partido. El filial madridista lo intentaba, pero la zaga visitante impidió cualquier acercamiento de los jóvenes jugadores merengues.
Pasados los compases iniciales, el cuadro de Boadilla se sintió más cómodo sobre el tapete del Alfredo Di Stéfano. Los pupilos de Marcos Jiménez tocaban el balón con calma, precavidos ante la fuerte presión de sus contrincantes. Sobretodo por las bandas, insistían para crear ocasiones de peligro, pero sin demasiado temor para el Castilla. El Inter Madrid se había hecho dueño de la posesión, con un controlador centro del campo que no posibilitó a los madridistas la práctica de su juego habitual.
En el tramo final de esta primera mitad, el conjunto merengue quiso recuperar la batuta del choque. Cerca de cumplirse los 45 minutos de partido, los de Solari gozarían de una gran ocasión para abrir el marcador. Un milimétrico balón filtrado a la espalda de la zaga rojinegra serviría a Alberto solo ante Miguel Ángel, pero el jugador merengue no estaría acertado a la hora de regatear al portero en su intento de marcar con la meta vacía.
Tras el paso por vestuarios, llegaría el primer gol del duelo. El filial merengue sorprendería a los visitantes con una rápida jugada por la banda derecha que, tras una internada en el área de Alberto, le llegaría el balón a Fidalgo, quien no fallaría para introducirlo en las mallas rivales. Fantástico arranque del Castilla en esta segunda mitad, que daría continuidad a la imagen mostrada al término del primer periodo.
La ventaja cosechada por el gol dotaría de mayor seguridad al cuadro blanco. El equipo de Solari, superior en el luminoso, también lo era claramente sobre el terreno de juego. Los de Boadilla, noqueados después del tanto de Fidalgo, intentaban encontrar el camino por el que responder a los locales, pero sin demasiada fortuna. Después de una primera mitad en la que había mantenido al Castilla a raya, les tocaba ponerse el mano de trabajo de nuevo y con más ganas que nunca.
Fruto de ese esfuerzo, sus ansias por reestablecer el empate serían materializadas. Tamayo, recién salido al campo, lograría el tanto del empate con un remate de cabeza en un saque de falta. El conjunto de Marcos Jiménez, con este gol, haría saltar la sorpresa en el Alfredo di Stéfano, con la confianza suficiente para pugnar por un segundo tanto con el que asaltar el feudo madridista. Rufo, con un remate con el pie dentro del área local, cerca estaría de conseguirlo.
En los últimos minutos, el partido estaba más abierto que nunca. Las ocasiones se acumulaban hacia ambas metas. Feuillassier, con una gran jugada individual, dispondría de una oportunidad para situar el 2-1, pero la salida de Miguel Ángel impediría al argentino la ejecución de su disparo. Posteriormente, el Inter respondería con un saque de falta, tras el que Luca necesitó de intervención médica. A pesar de los intentos de ambos equipos, sobretodo del Castilla, el reparto de puntos entre ambos se confirmaría.
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