Empate in extremis que le sirve un poco a Baraja y de poco al Málaga
Sportinguistas y malaguistas protagonizaron un encuentro en el Molinón que apuntaba a cerocerismo al descanso y que tras una vibrante segunda parte, lo que parecía que iba a ser un drama para Rubén Baraja terminó traspasándolo a los pupilos de Muñiz, que prolongan su mala racha fuera de casa tras escapárseles dos puntos al final de la manera más cruel.
Sporting y Málaga se veían las caras en el Molinón en un partido al que ambos equipos llegaban con apuros, aunque por circunstancias muy diferentes. Por parte de los visitantes, el parte de guerra del encuentro en El Sadar dejaba sus secuelas en un once de circunstancias con hasta cuatro novedades en el mismo, teniendo que entrar en el equipo Lacén, Diego González, Boulahroud y Lombán para suplir las bajas de N’ Diaye, Ricca y Adrián por sanción y Luis Hernández por lesión respectivamente.
En cuanto a los sportinguistas, su pobre balance de 3 puntos de 15 que le ubican en la zona media-baja de la tabla y que lleve sin ganar desde la jornada 7 a Las Palmas, hace que el técnico Rubén Baraja se encuentre más en la cuerda floja que nunca. Curiosamente, hoy se las veía contra un equipo que anhelaba sus servicios en verano, anteponiéndolo incluso a la opción que resultó vinculante, la del gijonés Juan Ramón López Muñiz, que hoy regresaba a la que fue su casa para intentar devolver a los malaguistas al liderato.
El choque comenzaba con una intentona de los de La Rosaleda, hoy vestidos de negro, al forzar un saque de esquina cometido por Javi Noblejas y que tiró el venezolano Juanpi, pero no encontró rematador. El dominio del juego en estos primeros instantes era visitante, que movía más rápido el balón aunque sin inquietar demasiado. Dani Pacheco asistió a Juanpi que tenía un cierto protagonismo en estos primeros minutos, pero su disparo se fue alto.
Estos primeros diez minutos, sin embargo, destacaron más por las reivindicaciones del respetable del Molinón, que expresaron en señal de protesta su disconformidad con la marcha del equipo y la falta de acción de la directiva con el que señalan como el mayor culpable del mismo, el entrenador. Por lo demás, mucha tranquilidad y sensación de que no ocurría nada sobre el césped, salvo por una amarilla que se llevó Pablo Pérez por juego peligroso.
Una arrancada de Koné, que le dejó el balón a Blanco Leschuk, podría haberse convertido en una gran ocasión si este hubiese visto a Juanpi, que estaba solo, pero los zagueros sportinguistas le cubrieron bien. La respuesta de los gijoneses llegó por medio de Djurdjevic, que recibió un balón aéreo en el área pero su disparo se fue por el lateral de la red. Las acometidas del Sporting, propiciaron su primer saque de esquina, pero Álex Pérez no pudo ver puerta en sus dos remates de cabeza.
A los veinte minutos, con la lluvia cobrando cada vez más protagonismo, Blanco Leschuk tuvo una nueva oportunidad pero Babín la desbarató mandándola a corner, no produciéndose nada reseñable en dicho saque. Fue en la siguiente jugada cuando Koné se lució evitando que un balón saliese por la banda y arrancando en velocidad hasta plantarse en el lateral del área, pero no tenía ángulo para un buen disparo y lejos de asistir, probó con un disparo que se fue desviado.
Dani Pacheco lo intentó por su costado y forzó otro saque de banda. No solo no encontró rematador sino que el Sporting intentó un contragolpe que tuvo que ser cortado por Lombán, viendo el central la primera tarjeta amarilla para los visitantes. No había demasiado movimiento en el partido tras media hora transcurrida. Pablo Pérez realizó una falta en la inmediación del área y Dani Pacheco acometió el lanzamiento, que se estrelló en la barrera. El rechace le llegó a Juanpi que puso a prueba a Mariño con su disparo, pero lo pudo blocar en dos tiempos.
El Sporting lo intentaba sobre todo con balones aéreos. En uno de ellos estuvo a punto de inquietar a Munir, que se vio un poco más apurado de la cuenta para despejar el balón. Pero no encontraban los rojiblancos una forma de inquietar en condiciones a una zaga malaguista que, a pesar de sus numerosas bajas, no dejaba de hacer gala de la solidez que suele acostumbrar. En un choque entre Diego González y Molinero en el minuto 35, este último cayó mal y tuvo problemas con su codo, aunque pudo seguir sin problemas en el encuentro.
Mariño y Munir no tenían demasiado trabajo en estos últimos minutos de la primera parte. Koné intentaba salir al contragolpe pero no estaba acertando centrando, y el Sporting tampoco concretaba sus intentos. Un saque de esquina forzado por Diego González no encontró rematador, y luego Ismael Cerro lo intentó desde fuera del área tras asistencia de Hernán Santana pero se le fue demasiado alto. El Málaga volvió a intentarlo con Koné llevando el timón de la ofensiva malaguista, pero el saque de esquina no lo remató bien Iván Rodríguez.
Y así se llegaba al descanso, con ambos equipos muy comedidos y con la sensación compartida de que no había ocurrido nada especialmente destacable, ya que los intentos por ambas partes no fueron especialmente destacables ni peligrosos para los metas. La pitada de la parroquia del Molinón, más allá de la situación que atraviesa el Sporting en este campeonato, reflejaba perfectamente lo que había dado de sí en estos primeros 45 minutos.
La segunda parte comenzó sin cambios en ambos onces. En un lance en el área que aparentemente no entrañaba demasiado peligro, la parroquia sportinguista pidió penalti tras agarrón de Lacen a Djurdjevic, pero el árbitro no lo consideró de suficiente gravedad para señalar los once metros. El Sporting presionaba más arriba en estos primeros compases de la reanudación y el Molinón también apretaba, con el Málaga intentando zafarse del dominio como podía. En una de las acometidas, Cristian Salvador vio tarjeta amarilla por llevarse por delante a Juanpi.
No tardaría el partido en volver a la paridad de la primera parte. Y eso lo agradecían sobre todo los porteros, que seguían sin intervenir demasiado. El juego se desarrollaba sobre todo en el centro del campo, y no parecía que el Málaga estuviese jugando sin su mediocampo habitual porque contenía bien al Sporting, aunque tampoco tenía una buena salida de balón que digamos.
En el minuto 64, llegó un lance decisivo. Juanpi se interna en el área y recibe una falta de Álex Perez, que el árbitro sanciona con los once metros y amonestación para el central. Blanco Leschuk, que no había marcado hasta ahora fuera de La Rosaleda y que la semana anterior fue protagonista negativo por su expulsión en Pamplona (indultada tras alegaciones al comité), se disponía a ejecutar el lanzamiento. Sin embargo, su condena fuera de Martiricos seguiría patente al ser rechazado su disparo por Mariño, todo un especialista deteniendo este tipo de lanzamientos.
Pero en el rechace, Juanpi aprovechó la oportunidad y su disparo, aunque rechazado por el propio guardameta dentro de la portería, consiguió rebasar la línea y así el Málaga se adelantaba en el marcador. La parroquia sportinguista la tomaba, como no podía ser de otra forma, con el técnico, y el Málaga se volvía a ver en la condición que más le gustaba fuera de casa, por delante del marcador, aunque es una situación que no siempre le ha salido bien lejos de la Rosaleda. El Sporting buscaba los cambios de la reacción, y cambió a Pablo Pérez por Neftali Manzambi, y a Molinero por Geraldes.
No tardaría el Sporting en igualar el partido, y lo haría nuevamente desde los once metros. Primero se pidió mano de Lombán en el área, aunque no la señaló el colegiado. Lo que sí pitó fue los once metros por una caída de Carmona ante Koné, que convirtió el penalti igualando el marcador. Entre medias, Muñiz sustituyó a un Dani Pacheco que sigue sin encontrar sus mejores sensaciones por un Renato Santos que volvía tras varios partidos en el dique seco.
La igualada, lejos de hacer reaccionar al Sporting, espoleó al Málaga. Primero lo pudo conseguir a través de Blanco Leschuk, que seguiría negado pues su remate de cabeza se fue al poste. El portugués Renato Santos también lo intentaría con un remate parado con la derecha desde el lado izquierdo del interior del área, sin éxito. Como tampoco lo tuvo el argentino Leschuk en una acción similar.
Pero tantas acometidas tuvieron su resultado para los malaguistas, y es que tras una serie de rechaces en el área, Koné, posiblemente el más destacado en ataque hoy para los visitantes junto a Juanpi, puso el 1-2 en el marcador con un remate con la derecha desde el centro del área que se coló por el lado derecho de la portería.
Baraja volvía a verse en una situación más que comprometida y agotó los cambios, haciendo entrar al campo a Robin Lod en sustitución de Ismael Cerro. Pero los sportinguistas estaban algo noqueados ante las circunstancias y el Málaga intentó aprovecharlo. Blanco Leschuk tuvo una gran ocasión de romper su gafe lejos de Martiricos pero Mariño evitó su lanzamiento con una buena salida en las inmediaciones del área. Quedaban cinco minutos y Muñiz dio entrada a Héctor Hernández por uno de los anotadores malaguistas en la tarde de hoy, Koné.
Llegaba el descuento y el Sporting lo intentó en los cuatro minutos que restaban de prolongación. En su primer intento, tras un corner cometido por Lombán, Carmona erró con su remate por la derecha y se marchó ligeramente desviado. Pero el Málaga pecó de no saber manejarse bien en estos últimos minutos, y una falta de Juanpi que recibió Robin Lod en las inmediaciones del área defensiva acabó siendo fatal para los intereses malaguistas, porque en la jugada que tuvo lugar a continuación, Carmona remató desde el centro del área por el lado derecho de la portería tras una asistencia de Neftali Manzambi.
Carmona anotó los dos tantos sportinguistas y salvó a su técnico in extremis: Foto El Comercio
Un empate que no deja contentos desde luego a ninguno de los dos. El Sporting prolonga a seis partidos su racha sin ganar, pero este resultado va a permitir a Rubén Baraja sobrevivir una semana más al frente de cuadro gijonés y por tanto llegará al derbi asturiano con el Real Oviedo. Un choque de máxima rivalidad que apunta desde luego a ser decisivo por la trascendencia de dicho encuentro.
El Málaga, por su parte, se lleva una bofetada que prolonga su mala racha fuera de casa, prolongándose a cinco partidos sin sacar victorias fuera de La Rosaleda (2 puntos de 12 posibles) y cayendo por primera vez en toda la temporada de puestos de ascenso directo. Solamente su solidez en La Rosaleda, donde se muestra intratable firmando pleno de victorias, le mantiene a un punto del liderato pero con muchas dudas dada la exigencia que mueve a la plantilla con mayor presupuesto de la categoría.
Por @AdriCanloz
