Un inicio de encuentro que vale los tres puntos… ¡Dos meses después!

El Cornellà salió al Nou Municipal con el objetivo de la victoria muy presente. Pero supo que a la receta habitual, con una gran dosis de intensidad, debía introducirle el dominio del juego. El equipo de Xavi Calm llevaba demasiados partidos en casa compitiendo sin proponer en lo futbolísitico. Los locales, con una primera media hora fulgurante de juego y ocasiones, se pusieron 2-0, la mayor ventaja en casa esta campaña.

Los dos goles eran impensables de ver en los últimos partidos que se han disputado en Cornellà. Llegaron obra de la precisión y no de la insistencia y el acierto puntual. Un centro medido de Gaspar para el remate colocado de Esteve, para el primero, y la pared entre el propio ‘9’ y Eloy Gila, para que el segundo se la dejase a Gaspar para fusilar a Marqueta, en el 2-0. Dos jugadas bien elaboradas para dos tantos y una ventaja que sería definitiva.

El Cornellà encontró el mayor rédito en el marcador, el día que mejor jugó. Movilidad de los puntas e incorporaciones de centrocampistas y laterales todo tejido por medio de un juego coral y muy eléctrico. Ante todo ello, el Conquense no se supo encontrar. Cuando quiso entrar a disputarle el dominio del encuentro a su rival ya perdía 2-0. El equipo de Luis Ayllón salió como debía salir pero se vio sorprendido por un vendaval verde, con un juego que no había ofrecido hasta la fecha.

Los visitantes ya en los últimos 10 minutos de primer tiempo tuvieron palabra sobre el césped. Sin embargo, el juego del conjunto de Castilla La Mancha fue inocuo hasta bien entrado el segundo tiempo. Ayllón era consciente de la “dificultad de remontar una desventaja así”, como dijo posteriormente en rueda de prensa. El gol, y en general el peligro que generó el Conquense “llegó más por garra que por juego”, añadió el técnico. Los visitantes no encontraron su mejor juego pese a no dejar de pelear hasta el final. Prueba de ello fue el gol conseguido en el descuento, quizás cuando ya menos necesario era.

El planteamiento de Xavi Calm cambió con rotundidad en el segundo tiempo. El técnico vio el botín obtenido en el primer tiempo como suficiente para conseguir el triunfo y apostó por protegerlo. Soltó el control del partido para cedérselo al Conquense que lo adoptó al no tener más alternativa que ir a por el partido. El Cornellà no renunció a atacar pero se focalizó en defender.

La entrada de Goldar a falta de más de medio periodo convirtió el habitual 4-4-2 en un 5-4-1, un sistema que los hombres de Calm ya conocen de los partidos como visitantes. El partido se convirtió en monólogo del Conquense que ante un rival cada vez más replegado encontró la vía de poner balones al área. La apuesta del técnico salió bien pero con sufrimiento para la parroquia local.

El Conquense consiguió el tanto en el descuento. Quiso creer en el empate pero el cronómetro se lo impidió. El Cornellà achicó agua como pudo y se quedó con un triunfo balsámico tras dos meses sin ganar. Los visitantes pagaron la primera media hora en la que se vieron desbordados. Los de Cuenca se quedan al borde de las plazas de descenso mientras que el Cornellà, sin alejarse demasiado en la tabla, escala hasta la zona media.