Dice el dicho que en tiempos de bonanza, todo sale rodado. Mallorca no es la excepción que confirma la regla. En la isla hace dos años que las nubes llenas que traían consigo tormentas se fueron para dar paso a un incesante sol pero que aún tiene que brillar un poco más.
Dentro de un paisaje óptimo desde Son Bibiloni han salido dos jóvenes que llaman a la puerta del primer equipo. De hecho la han tirado abajo. Joan Sastre y Miquel Parera son aquellos jugadores que llegaron a la Ciudad Deportiva Antonio Asensio como niños y han ido pasando por las categorías inferiores del RCD Mallorca hasta llegar al primer equipo. No ha salido fácil el camino, pero a base de esfuerzo y mucho trabajo ambos se han hecho un hueco en la plantilla del primer equipo. Un sueño para ambos.
Ambos son amigos desde pequeños y aún van a entrenar juntos, las costumbres no hay que cambiarlas. Llegaron a la primera plantilla el año pasado, en una temporada complicada pero que les podía convertir en héroes. Tenían el reto de devolver al fútbol profesional al club de su vida y lo consiguieron. Aunque Miquel Parera tuvo que esperar a la sombra de un veterano como Manolo Reina, era uno más y aprovechó todas las ocasiones que Vicente Moreno le otorgó. Copa de Rey, Lleida, Ontinyent y Deportivo Aragón fueron los partidos que pudo demostrar sus dotes. El resultado fueron tres victorias, un empate (Copa) y tres porterías a cero. Por otro lado, Joan Sastre fue pieza indispensable en el ascenso meteórico del Mallorca. Titular indiscutible en el lateral derecho, con alma de extremo y diagonales indescifrables se convirtió en una pesadilla para todas las defensas del Grupo III de la categoría de bronce del fútbol español. De hecho, durante el verano se declinaron diferentes ofertas de equipos importantes de la Premier League o de La Liga Santander.
Actualmente, en la vuelta al fútbol profesional del club se han labrado el regreso al once. Joan Sastre debutó ante el Valladolid en Copa y con el brazalete de capitán tras recuperarse de una lesión en la rodilla sufrida en la pretemporada. Le bastaron unos minutos para demostrar que volvía para quedarse en el once y ese mismo fin de semana recuperó la titularidad ante el Oviedo.
Por su parte, el portero de Manacor ha tenido que ver como se fichaba a Leandro Montagud, procedente del Villanovense. Una incorporación que aumentaba la competitividad por un puesto que tiene dueño: Manolo Reina. El canterano a base de trabajo y con paciencia ha esperado la oportunidad. Unas molestias que sufre el portero de Villanueva del Trabuco le ha dado la opción de debutar en el fútbol profesional. El manacorí ha cogido la oportunidad por los cuernos y no la ha desaprovechado. Dos buenas actuaciones ante Oviedo y Córdoba le acreditan. Ante el Zaragoza volverá a tener la opción de lucirse y meter en un buen dilema a Vicente Moreno.
Dos jugadores que tenían el sueño de triunfar en Son Moix y que lo están consiguiendo. Un ejemplo para todos los pequeños bermellones que se van formando en las categorías inferiores. Con ellos también destacar a Abdón, Xisco Campos y Aridai que tuvieron que salir fuera para crecer y volvieron a la mínima llamada del club.