Ipurúa está ansiosa por ver quién tira del carro

Las obviedades de “los dos buscan la victoria”, “quieren ganar por encima de todo”, “buscan sumar los tres puntos” -y demás expresiones rimbombantes- es mejor dejarlas fuera de toda previa. SD Eibar y Real Madrid se enfrentan este sábado en Ipurúa a las 13:00 h., nada mal para que la afición armera eche una buena mañana viendo cómo puede su equipo meter mano a los de la capital en esta jornada 13 de LaLiga.

En Eibar resoplan porque se pueden olvidar de una de sus dos grandes bestias negras: Cristiano Ronaldo y Leo Messi son los dos jugadores que más goles (5) han marcado en casa de los guipuzcoanos. Sin Cristiano en esta cita, la quinta en Ipurúa desde que los azulgranas subieran a Primera División, Mendilibar tiene un escollo menos para el partido.

Marko Dmitrovic (será intervenido este miércoles en Múnich por una pubalgia que le tendrá parado durante dos meses), Anaitz Arbilla (sancionado) y Pape Diop (sancionado). En el puesto del meta serbio estará Asier Riesgo, pero en los otros dos no hay nada seguro. Lo más probable es que Pedro Bigas o Iván Ramis aconmpañen a Oliveira, y Joan Jordán ocupe el centro del campo junto a Gonzalo Escalante. Salvo que Mendilibar busque un cambio de formación (4-2-3-1 en vez de 4-4-2), Cucurella y Orellana estarán en banda, y Charles con Sergi Enrich arriba. De ser así, se caería alguno de los puntas para que entrase Sergio Álvarez en el pívote con Escalante y Jordán subiera su posición hasta la mediapunta.

En el bando merengue han recuperado a los estandartes defensivos, pero se quedan por el camino Nacho y Reguilón (lesionados, al igual que Keylor y Casemiro). El Madrid viene cosechando buenos registros goleadores (15) en los cuatro partidos anteriores. “Marco más goles porque tengo más oportunidades”, reconoció Karim Benzema, máximo goleador (5) en Liga, sobre su actual estado de forma.

Los de Solari -ya nada de provisional al haber conseguido cuatro victorias en cuatro partidos- están obligados a repartirse los minutos. Si esta es últimamente una tónica más que establecida en cualquier deporte colectivo de élite, para el Madrid lo es más en este final de año porque tendrá que disputar nueve partidos en 29 días (cuatro en casa y cinco fuera). Este carrusel comienza este sábado con la visita al estadio armero y finaliza el 22 de diciembre con o bien la final del Mundial de Clubes, o el tercer y cuarto puesto (ambos encuentros se celebrarán el mismo día).

La semana que viene es, a priori, la más dura en lo que a rivales se refiere: el martes contra la Roma en el Olímpico y el sábado contra el conjunto che en el Bernabéu (los de Marcelino juegan también el martes contra la Juventus en Turín). En consecuencia a esto, el técnico argentino deberá elegir bien sus cartas para poder envidar a grande sin olvidarse del juego a chica.

El tapete de Ipurúa suele complicarle la partida a la mayoría, aunque el conjunto merengue lleva cuatro de cuatro en los encuentros ligueros que han disputado. Aun así, Mendi es Mendi y siempre disfruta preparando la estrategia para derribar a rivales como los que se le presentan en los próximos dos meses de competición (Real Madrid, Valencia, Betis, Espanyol, Barcelona, entre otros).

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