Comenzó el partido en el García Mata con dos equipos que necesitaban ganar, pero en situaciones bastante opuestas. El Fuenlabrada buscaba la victoria para no desengancharse de los puestos de los puestos de play-off y seguir buscando el ansiado liderato, el Adarve por su parte llevaba mucho tiempo sin sumar de tres en tres, y el hecho de ganar les permitiría alejar los fantasmas del descenso.
El guión del partido sería en todo momento bastante similar, con un Fuenlabrada que se mostró superior a los locales, en parte por la motivación que conlleva la buena temporada que están haciendo hasta la fecha, en parte gracias a su grada de animación, que siempre se traslada a los enfrentamientos de su equipo como visitante y que hace a los jugadores sentirse siempre respaldados.
El Adarve construyó el partido como nos tiene acostumbrados, fuertes en defensa y buscando su oportunidad con paciencia, conscientes de que cualquier ocasión a balón parado podría ponerles todo de cara.
El empuje del Fuenlabrada en la primera parte fue incesante, pero al Adarve no le asustan este tipo de partidos y sabe defenderse como mandan los cánones del fútbol. Incluso aún pudieron tener alguna que otra ocasión fruto de un córner o de alguna falta, siempre botada por Gianni.
Cierto es que el conjunto rojinegro lleva toda la temporada con serios problemas para encontrarse con el gol pero en este encuentro en concreto Óscar Fernández, entrenador de los locales tomó la arriesgada decisión de situar al central Juanma como delantero centro con la esperanza de que ganara algún balón aéreo y pudiera convertirlo en algo de provecho.
Tras el descanso, la tónica del partido fue la misma, el Fuenlabrada tenía la posesión pero esta no se traducía en goles. Abusaron de centros laterales que Parra pudo blocar sin excesivos problemas, y los que no, eran despejados por la defensa adarvista.
Lo más reseñable de la segunda mitad fue un balón que se le escapó a Ribas y que Álvaro casi transforma en gol, pero que despejó bajo palos Cata, ex del Getafe, Boca y Atlético de Madrid.
Así pues, finalizó el encuentro con el mismo marcador con el que comenzó, empate a cero, lo que supone un reparto de puntos que no convence a ninguno a nivel de objetivos, pero que teniendo en cuenta el rival al que se enfrentaba, el Adarve puede darse más que satisfecho.